Oriana Sabatini y Paulo Dybala se casan este sábado y la boda de la cantante y del jugador mantiene a todos expectantes. En la previa, Osvaldo Sabatini confirmó una noticia que lo entristece, en el día más feliz para la familia, y se trata nada más y nada menos que de su hermana, la reconocida extenista profesional, Gabriela Sabatini.
El padre de la novia habló con “Socios del Espectáculo” (Eltrece) a horas del gran día y fue allí donde aclaró que su hermana no irá a la fiesta, para terminar con las especulaciones sobre la presencia de la exdeportista en la boda y habló de lo difícil que será para él que sus padres no estén en uno de los días más importantes para él y para su hija mayor.
Los conductores le preguntaron a Sabatini por su relación con su hermana y si le molestaba que se trate el tema en los medios a lo que él respondió sin rodeos: “No me gusta, pero entiendo cómo es esto y sabía que iba a pasar”.
“¿Y no va a venir?”, pregunto Rodrigo Lussich sin vueltas. “No quiero hablar del tema, pero sí les voy a decir que no va a venir. Para mí es un tema muy, muy triste y, como les dije hace un rato, quiero estar enfocado en la felicidad. Tengo que aceptar el hecho y seguir adelante. Ya se solucionarán las cosas y volverán a ser como antes”, reveló y dejó entrever un conflicto familiar del que evitó dar mayores detalles.
Osvaldo Sabatini, a corazón abierto a horas de la boda de Oriana Sabatini y Paulo Dybala
Luego llevaron el foco a cómo se siente él con el hecho de que su hija mayor contraiga matrimonio mañana con uno de los campeones del mundo. “Sigo llorando. El que tiene hijas me va a entender. Uno va caminando entre la felicidad, la nostalgia y la tristeza. Lo primero que se me viene a la cabeza es el día que nació Oriana, que la vi a los ojos por primera vez. Te cambia la vida para siempre”, reflexionó.
Al mismo tiempo que reconoció que le pesa que sus padres no estén. “Mis viejos que no están y uno quisiera que estén. Son cosas que van cambiando en la vida y uno tiene que adaptarse, pero la verdad es que si tengo que resumir esto, estoy feliz”, resaltó.
La pérdida de su madre, Betty, es algo que Ova aún no pudo superar. “Cómo la extraño a mi vieja... Hubiera cumplido años ayer. Mamá falleció hace tres años y, para serles sincero, me costó muchísimo salir de eso. Estuve muy triste, muy bajoneado, mis hijas me sentaron en una mesa y me dijeron: ‘papá, no podés seguir así’. No fue fácil, pero uno va saliendo. Después de la muerte de mi vieja me costó mucho disfrutar de una fiesta, iba y no disfrutaba porque mi mamá no estaba”, confesó.