La histórica visita de Ramón Gómez de la Serna a Mendoza

El máximo exponente de las greguerías pasó por nuestra provincia en 1931, en lo que fue un evento de gran magnitud por sus repercusiones culturales.

La histórica visita de Ramón Gómez de la Serna a Mendoza
En su paso por Mendoza, en noviembre de 1931, el escritor español Ramón Gómez de la Serna visitó la redacción de Los Andes.

En la edición del 14 de noviembre de 1931, en el diario Los Andes se anunciaba la visita del español Ramón Gómez de la Serna a nuestra provincia, para dictar una conferencia, que tuvo lugar el 18 de noviembre en el Teatro Municipal. En la noticia se ofrece una breve semblanza del que se califica como “prestigioso escritor”: “La variada e interesantísima personalidad de este autor presenta valores modernos que han sido reconocidos por los mejores críticos”.

Acerca de su obra se manifiesta lo siguiente: “Novelista, biógrafo, ensayista, su pluma ha abordado los tópicos más diversos. Tiene, por sobre todos sus méritos intelectuales, una fuente inagotable de originalidad, demostrada en la invención y creación de géneros que han cobrado vida junto con su nombre”.

Esa capacidad para hallar nuevos cauces para la expresión estética tiene que ver con la greguería, forma poética si no inventada al menos “bautizada” por Ramón Gómez de la Serna y que participa de algunas características del poema en prosa, un cauce muy cultivado por los poetas mendocinos de la época envueltos en los aires de renovación poética vanguardista y entre los destacan como Sixto Martelli, Vicente Nacarato o Ricardo Tudela.

Gonzalo Torrente Ballester conceptúa la greguería como “el resultado de una intuición que adivina la singularidad absoluta de los objetos y la expresa en un aforismo por medio de una comparación, de una imagen o de una metáfora sustantiva o adjetiva, destacando ante todo el matiz humorístico del objeto” (1956, p. 303). El diario Los Andes, en la nota mencionada, también proporciona una definición, al hablar de una “prosa fragmentaria donde aprisiona las infinitas instantáneas del mundo, de las ansiedades del mundo, del destino y, más que todo eso, de lo episódico y cotidiano […] una especie de trampolín por donde el autor lanza sus afiebrados personajes, […] abocetados y truncos”.

Se da cumplimiento así a la fórmula acuñada por Gómez de la Serna: “humorismo + metáfora = greguería”; de este modo se condice también con las notas esenciales de la lírica de vanguardia, tal como las sintetiza Gloria Videla de Rivero en su estudio sobre el ultraísmo: “Culto a la imagen, tendencia a la evasión y al juego, exclusión del mundo sentimental y heroico, el logro ingenioso, la intrascendencia del arte, el humorismo” (1971, p. 21).

En el caso de Gómez de la Serna (1891-1963), gracias a su “mirada agudísima” y su capacidad de “observador prodigioso”; “penetra un detalle insignificante y le confiere un valor insospechado. Establece ingeniosas relaciones y las expresa con recursos más propios de la poesía que de la prosa: la imagen o construcciones afines” (Videla de Rivero, 1963, p. 21). De allí la profunda admiración que provoca en nuestros poetas y que se puso de manifiesto en el entusiasmo que provocó su visita.

A su arribo a Mendoza, invitado por el Círculo de Periodistas, fue recibido “por representantes de las letras, el periodismo y de la colectividad española, con quienes departió cordialmente” (Los Andes, lunes 16 de noviembre de 1931).

También la conferencia pronunciada en Mendoza alcanzó un éxito rotundo. El diario Los Andes, en la crónica aparecida al día siguiente del acontecimiento señala que “era tanta la concurrencia que muchas personas se tuvieron que retirar por serles materialmente imposible encontrar ubicación”. El orador fue presentado por Ricardo Tudela y el tema de la disertación, curiosamente, no fue literario, sino relacionado con las artes plásticas, en tanto “perfiló claramente la significación de Goya y su influjo en el arte de todos los tiempos”.

Como cierre de la conferencia se exhibió una película del Madrid antiguo y moderno, mientras Gómez de la Serna “iba explicando humorísticamente los distintos pasajes, recibiendo a cada paso aplausos por sus felices ocurrencias”. La nota periodística concluye señalando que “En resumen, la velada del Teatro Municipal fue un acto de emoción y belleza, despertando vivamente el entusiasmo y la aprobación del enorme público asistente”.

También la revista literaria La Semana, publicación que contaba con el asesoramiento literario de Ricardo Tudela, y en la que colaboraban dos de los poetas mendocinos mencionados anteriormente (el propio Tudela y Nacarato, más otros como Armando Herrera y Manuel Lugones) publica en el n° 31, del 21 de noviembre de 1931, una reseña de los momentos vividos con motivo de la presencia del español en nuestra provincia, bajo el título de “La visita de Ramón Gómez de la Serna a Mendoza”.

Se insiste particularmente en lo que significó Ramón Gómez de la Serna en la renovación vanguardista, como poeta y como teórico y crítico. De hecho, su libro Ismos (1943) es un verdadero “manual” que reúne una serie de juicios acerca de las vanguardias artísticas modernas desde Apollinaire hasta el surrealismo. El autor explica cómo influyeron mutuamente la literatura y las artes visuales en el desarrollo de los nuevos estilos y movimientos artísticos de la época.

Su posicionamiento artístico resulta así totalmente congruente con los intentos transformadores en que se encontraban embarcados varios de los más destacados poetas mendocinos de la época. De hecho, la renovación vanguardista mendocina se hacía oír por entonces a través de Megáfono, un grupo literario que animaba asimismo una revista oral, fenómeno muy característico, por otra parte, de las vanguardias. Como señala Gloria Videla de Rivero, “Aunque con cierto retraso con respecto al grupo martinfierrista, principal representante de los ‘ismos’’ literarios en Buenos Aires, surge en Mendoza hacia 1927 un movimiento literario que designaremos con el nombre, de. ‘Megáfono, ya que bajo este título se emitió una ‘revista oral’, a partir de 1928 y se editó un libro representativo de las tendencias literarias del grupo, en 1929 (Notas sobre la literatura de vanguardia en Mendoza, 1985, p. 189).

Así, no es extraño que la presencia de Gómez de la Serna fuera saludada con entusiasmo particularmente por los representantes de la denominada “nueva sensibilidad”, que expresan reiteradamente su admiración por quien “en su patria ha roto con los viejos cánones académicos, evolucionando hacia nuevas formas de la literatura para erigirse en el más fuerte puntal de un estilo que si bien es acerbamente combatido por el conservadorismo, tiende a imponerse netamente en las nuevas generaciones”.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA