Netflix es una de las plataformas de streaming más consumidas en los últimos meses, es que las entregas han sido muy exitosas debido a las historias que relatan. En este caso, “Vigilante” trata una escalofriante historia basada en una experiencia real vivida por una familia.
El pasado 13 de octubre, llegó a Netflix la serie protagonizada por Naomi Watts y Bobby Cannavale. En el transcurso de siete capítulos, cuenta un thriller inspirado en una historia real ocurrida en Estados Unidos.
Luego de mudarse de casa, la familia Brannock cree haber encontrado la casa de sus sueños. A diferencia de sus pensamientos, comienzan a recibir inquietantes cartas firmadas por alguien que asegura ser “El vigilante” de esa gran casa.
Cúal es la historia real tras la serie de Netflix
En 2014, Derek y Maria Broaddus se mudan a una espectacular mansión junto a sus tres hijos. La nueva casa se ubica en el 657 de Boulevard de Westfield en la ciudad de Nueva Jersey. En la serie, la familia está formada por el matrimonio y únicamente dos hijos adolescentes.
A medida que pasaban los días, la familia comenzó a recibir cartas extrañas en su buzón. Más allá del misterio en el autor de las palabras, se asegura que el asunto con la mansión comenzó con su padre y abuelo.
“La casa de 657 Boulevard fue el objeto de mi familia durante décadas y, a medida que se acerca su cumpleaños número 110, me pusieron a cargo de observar y esperar su segunda venida. Mi abuelo vigilaba la casa en la década de 1920 y mi padre la vigilaba en la década de 1960. Ahora es mi momento. ¿Conocés la historia de la casa? ¿Sabés lo que hay dentro de los muros del 657 Boulevard? ¿Por qué estás acá? Voy a averiguar”, fueron las primeras frases que el autor escribió en las cartas.
Con el paso del tiempo, el vigilante pudo estudiar cada paso y rutina de quienes formaban parte de la famlia habitante de la mansión. Para alertarlos, en una de las cartas escribió “¿Necesitás llenar la casa con la sangre joven que te pedí? Mejor para mi”.
A pesar de contactarse con el Departamento de Policía correspondiente, la familia nunca pudo solucionar el problema ni detectar de qué persona se trataba. Por esta razón, una vez que decidieron volver a su antigua casa, los Broaddus no pudieron volver a venderla.
“Ocho años después, no hay certezas de quién pudo haber sido “El Vigilante”, aseguró el vocero de la Polícia de Nueva Jersey. Fue así que la única opción que tuvieron fue alquilarla para poder mantenerla, aunque esto también se vio trunco cuando los inquilinos también recibieron una nueva carta.
Recién en 2019, la familia propietaria pudo vender la mansión por 959 mil dólares. “No le deseamos nada más que la paz y la tranquilidad que una vez soñamos en esta casa”, le escribieron a los nuevos propietarios.