Gran Hermano es de los programas más vistos de la televisión argentina, pero así y todo noche a noche le da pelea al rating. Si bien actualmente no hay un producto que le haga competencia, no alcanzaría los números que el canal espera de un proyecto de gran magnitud como es este reality.
La edición anterior del programa dejó la vara alta y, por esta razón, desde la producción buscan las alternativas para mantener al público expectante y prendido a la televisión o dispositivo móvil desde donde lo consuma.
El próximo domingo, los jugadores cumplen dos meses de encierro y ya están pensando en el repechaje. Ante esta situación, Santiago del Moro anticipó cómo será esta y cuándo el reingreso de algunos exparticipantes a la casa más famosa del país.
El conductor adelantó que el repechaje está previsto para dentro de dos o tres semanas y la decisión de qué exparticipante regresará al juego va a recaer en el público, no en los jugadores como ocurrió la temporada pasada.
Es que el año pasado los participantes pudieron elegir a uno de los jugadores que habían sido eliminados por el voto del público y en ese momento ingresó Juliana. Sin embargo, decidieron que esta vez solo sea por la votación del público que sigue el reality de cerca.
“Hoy voy a anunciar alguna sorpresa para el juego, en dos o tres semanas viene el repechaje, pero la casa no va a elegir quién quiere que vuelva, lo va a elegir el público”, dijo Del Moro.
Nuevos participantes y desafíos para los jugadores de Gran Hermano
Además reveló que habrá nuevos participantes que se sumarán al juego, como cuando Ariel y Camila Lattanzio ingresaron a la casa cuando sus compañeros ya llevaban un tiempo largo de encierro.
“Van a entrar nuevos y ex y se decidió así por el hecho de que han hablado y spoileado tanto a quien van a elegir, que va a elegir la gente... también habrá ‘congelados’ pero más adelante”, anticipó el conductor.
“Congelados” es una dinámica que se realiza en los Gran Hermano de diferentes partes del mundo y que es muy polémico. Se trata de un juego que consiste en que los participantes se queden inmovilizados ante algún estímulo externo que llegue al reality.
Aquellos que no cumplan con el desafío tendrán un castigo, que puede ser una sanción, ir a placa o ser expulsados. El estímulo puede ser un excompañero, el familiar o pareja de alguno de los jugadores o hasta una mascota.
Por lo que se pone en juego es la reacción de quienes reciben el estímulo, ya que deben permanecer inmóviles y sin hablar o emitir sonidos en el tiempo que dure la visita.