Ningún día es igual al otro en Gran Hermano y está claro. Adentro de la casa más famosa del país se suceden hechos, actividades y situaciones de convivencia que hacen del reality uno de los más vistos.
Durante la noche del pasado lunes, Santiago del Moro irrumpió en la pantalla del televisor grande que los hermanitos tienen en el living, y los reunió en el sillón circular para anunciarles que les traía sorpresas: “Hoy tengo un regalo especial para todos que me lo van a agradecer. Y también tengo uno en especial para Sabrina, que es la ganadora de la prueba del líder”.
Sabrina Cortez, que ganó la competencia semanal de Gran Hermano y se convirtió en líder, lo que le dio inmunidad y el poder de sacar a un competidor de la placa final, también tenía un par de premios más, que conoció recién ayer.
Uno fue un juego de valijas y bolsos de una reconocida marca. El otro una cena para ella sola en el SUM de la casa que incluyó su comida favorita: sushi con champagne. Para eso tuvo asignado 10 minutos para aprovechar y en ese momento se abrió la posibilidad de hablar con el dueño de casa y luego con el conductor.
“Cuando termine tu estadía es tu premio y te lo vas a llevar”, adelantó Gran Hermano sobre las valijas y bolsos que quedaron expuesto ante sus ojos mientras ella cenaba. Eso generó gran sorpresa para la chica que nunca imaginó que todo el equipaje puesto era para ella.
Luego Sabrina confesó algo que marcó el ánimo de cómo se sentía. “Qué lindo comer en paz por un minuto. ¿Cómo hago para comer todo esto tan rápido?”, dijo entre risas.
¡Qué lindo comer en paz!”, dijo ante la risa de Santiago del Moro que la escuchaba del otro lado de la cámara. “Se van a cagar de odio cuando se enteren lo que estoy comiendo”, reflexionó la contadora mendocina que no ejerce para no estresarse.