El romance entre Gloria Carrá y Luciano Cáceres capturó la atención de los medios tanto cuando comenzó como cuando terminó. Es que a 9 años de su separación, aún hay un conflicto que no logran resolver, en relación a la división de bienes del tiempo en el que estuvieron juntos, entre 2010 y 2015, año en el que terminaron.
La pareja actores parecía ser uno de los más sólidos en el ambiente artístico, pero se desmoronó en 2015, cuando decidieron tomar caminos separados tras varios años de convivencia.
En su momento se habló de diferencias irreconciliables en cuanto a sus estilos de vida y a sus expectativas profesionales. Carrá y Cáceres, a pesar de sus esfuerzos por mantener la privacidad, se encontraron en el ojo del huracán mediático, con rumores y especulaciones sobre las verdaderas causas de su separación.
Una casa y un auto, el conflicto entre Gloria Carrá y Luciano Cáceres
Y fue la artista, recientemente en un diálogo con “Socios del Espectáculo”, quien confirmó que los conflictos aún existen con el padre de su hija menor, Amelia Cáceres. Los actores están enfrentados en instancias legales por la división de los bienes. “Él no quiere darme nada”, aseguró ella ante la pregunta del periodista.
“Siempre se hace mención del pago de los alimentos. Eso hay que ajustarlo, obvio”, dijo en referencia a la cuota alimentaria de la adolescente de 14 años. “Pero, además, nosotros nunca repartimos los bienes y hay algo que dividir. Por un lado, está mi abogado tratando de que eso se cumpla y, por el otro, el suyo demorando el proceso”, explicó.
Fue entonces que el periodista de Eltrece enumeró los bienes que están en disputa: “Se habló de una vivienda en José C. Paz y un vehículo…”. Para sorpresa de muchos, Carrá afirmó esa información y se expidió al respecto: “Sí, mi auto está a nombre de él y no lo pone con el mío. Lo uso yo, pero nunca lo pude cambiar, ni venderlo ni hacer otra cosa”.
“¿Nunca te hizo un llamadito? Porque la perjudicada sos vos”, opinó el notero al respecto. Fue entonces que Gloria Carrá aprovechó la cámara y el micrófono y cerró la nota con una frase que no pasaron por alto: “Mucha buena cara pero no es la realidad”.
