La gala de eliminación del último domingo en Gran Hermano se convirtió en una de las más tumultuosas y conflictivas de la historia del programa. El protagonista del escándalo fue Furia, cuyo comportamiento descontrolado desencadenó una situación sin precedentes en el reality.
Durante el evento, Juliana Scaglione, conocida como Furia, se vio involucrada en una acalorada pelea con Mauro, llegando casi a las manos y empujándolo en medio de una discusión desaforada. La situación se tornó tan violenta que requirió la intervención inmediata del conductor Santiago del Moro.
El incidente no pasó desapercibido para la producción de Gran Hermano, que tomó medidas contundentes contra Furia. Big Brother expresó su preocupación y dijo: “Lo que pasó hoy, para mí es una gravísima falta. Hay situaciones en las que una advertencia no alcanza”. Como consecuencia, Furia recibió una sanción que pone en juego su permanencia en el programa.
La sanción implica que Furia estará permanentemente nominada hasta el final de su estadía en la casa, además de otras restricciones. Aunque podrá participar en las pruebas de liderazgo y tener cierto poder sobre las nominaciones, no podrá salvarse a través del líder y nunca podrá salir de la placa.
La amenaza de Furia a Darío con un cuchillo en la mano
Sin embargo, la polémica no terminó con la sanción. Después de que se confirmara la permanencia de Mauro en la casa, se produjo otro incidente preocupante. Furia, visiblemente alterada, se acercó a Darío mientras lavaba los platos y le hizo una amenaza con un cuchillo en la mano. “Te voy a estar observando”, le dijo de manera intimidante.
Ante esta situación, Darío mantuvo la calma y le preguntó por qué decía eso, mientras continuaba con sus tareas. La actitud de Furia generó inquietud en la casa y entre los espectadores, mostrando una escalada de tensión que preocupa a todos los involucrados.
El futuro de Furia en Gran Hermano parece incierto después de estos eventos, que han marcado un punto crítico en la dinámica del programa y sus participantes.
