Esta vez, Bautista y Nicolás, dos de los participantes más destacados, deberán enfrentar una prueba que los mantendrá atados durante un día entero. Este reto, surgido de los sobres dejados por Lucía Maidana, promete poner a prueba la resistencia y la cooperación de ambos jugadores.
El comunicado leído por Maidana fue claro: “Gemelos durante un día”. La reacción inicial de los competidores fue de desconcierto, pero rápidamente Big Brother apareció para explicar los detalles. “A partir de este momento y durante 24 horas, van a permanecer atados. Nada podrán hacer por separado”, anunció, generando una mezcla de sorpresa y risas entre los presentes.
Florencia, siempre ingeniosa y rápida para aprovechar las situaciones, hizo una propuesta que dejó a todos boquiabiertos.
Se dirigió a Bautista con un pedido íntimo: “Bauti, tenés que venir al sauna”. Bautista, sin perder el ritmo, miró a Nicolás y dijo: “Bro, vamos al sauna”, lo que provocó una mezcla de risas y miradas cómplices.
Gran Hermano dejó en claro las reglas: “Si esto no se cumple, quedarán automáticamente nominados. Vamos a comenzar así que vamos a retirar la soga del box de intercambio”.
La seriedad del reto no impidió que Furia, otra participante notable, sugiriera con humor: “¿No se quieren vestir igual?”, añadiendo un toque de diversión a la atmósfera.
La entrada de Lucía que dejó lágrimas
El desafío vino acompañado del reingreso de Lucía Maidana y su hermana gemela, Jacinta. Las gemelas entraron a la casa con un “explosivo sobre” y una estrategia para confundir a los demás. Jacinta se hizo pasar por Lucía, aunque los jugadores no tardaron en reconocer la verdad debido a la historia ya conocida de la salteña.
La emoción alcanzó su punto culminante cuando Juliana Scaglione, conocida como Furia, vio a Lucía. Entre lágrimas, expresó su alegría: “Te amo. Qué lindo verte. Tanto que me pedías”. Este momento fue un recordatorio del vínculo especial entre los participantes, que trasciende las pruebas y desafíos del juego.