La película argentina Simón de la montaña, ópera prima de Federico Luis y que fue filmada íntegramente en Mendoza, se alzó con un premio en la Semana de la Crítica en Cannes, donde los cineastas argentinos fustigan los recortes en la cultura del presidente Javier Milei.
El primer largometraje de Federico Luis, sobre la amistad entre un chico y un grupo de discapacitados mentales, ganó este miércoles el Gran Premio de la Semana de la Crítica, una sección paralela dedicada a los nuevos talentos.
Este drama argentino fue filmado íntegramente en Mendoza, con el apoyo del programa de cash rebate de la provincia y utilizó locaciones en la Ciudad de Mendoza y Luján de Cuyo. Además fue coproducida por 20/20 Films, Desierto Films y Frontera Films, productora local mendocina.
Simón de la montaña es uno de los siete títulos argentinos presentes en esta edición del festival, el contingente latinoamericano más importante este año.
Pero ocurre en un contexto difícil en el país, inmerso en una grave crisis económica que el gobierno de Milei quiere atajar reduciendo los gastos del Estado. En el caso del cine, se ha impuesto un fuerte recorte en la institución que lo fomenta –el INCAA– con la suspensión de programas de apoyo, el despido de más de un cuarto de sus empleados y la interrupción de la recepción de proyectos por 90 días. ”El gobierno ha emprendido una cruzada contra la cultura, la ciencia y la educación”, leyeron el domingo en un acto los profesionales del cine argentino presentes en Cannes, donde desplegaron una bandera gigante con el lema “Cine Argentino Unido”.
”Entendiendo que no es solamente una cuestión económica, dada la mínima importancia de los números de las finanzas públicas que tienen los recortes planteados, no queda sino pensar que estas acciones se tratan de un ataque ideológico”, añadieron. Los organizadores del festival han criticado desde el principio estos recortes y apoyado la causa de los profesionales.
El delegado general de la muestra, Thierry Frémaux, defendió el cine como un “arma patriótica” que puede valorizar la cultura de un país y comparó “la situación difícil” de la industria cinematográfica argentina con la buena tendencia en el sector en Brasil. Desde la Quincena de Cineastas, una sección paralela centrada en los nuevos talentos, también respaldaron la cinematografía argentina, “hoy en peligro, aunque rebosa de cineastas singulares y apasionantes”. Precisamente es en esta sección que participa “Algo viejo, algo nuevo, algo prestado”, de Hernán Rosselli, un filme que ha sido aplaudido por la crítica. ”Estamos orgullosos de cómo funciona la ley de cine y cómo funciona el fomento en Argentina, que es realmente único en Latinoamérica”, afirma el director.
”Tanto la educación pública como el funcionamiento de la ley de cine hacen posible que en Argentina exista un cine muy heterogéneo, un cine de clase media, de clase trabajadora”, señala, añadiendo que en Chile, Brasil y México generalmente “el acceso al cine es más elitista”, a su juicio.
Los profesionales del sector insisten en que la industria del cine es una fuente de trabajo para muchas personas y fustigan el discurso gubernamental que, según ellos, tacha a los artistas de “parásitos del Estado”, como denunció recientemente la actriz Cecilia Roth.”Lo primero que deciden cortar tiene que ver con la cultura, y la cultura representa a un país, la cultura es una industria también y hay una industria cultural que da trabajo y provee a familias enteras”, abunda desde Cannes Iair Said, cuyo filme Los domingos mueren más personas está incluido en la sección ACID.
Estas medidas tendrán sobre todo un gran impacto en la futura producción cinematográfica del país. El 2024 “es un año perdido para el cine argentino porque, toda la primera parte del año, el INCAA estuvo completamente paralizado”, asegura Rosselli. ”Las películas se van a seguir haciendo con mucho esfuerzo, porque los realizadores no van a parar de filmar, pero la industria del cine, el trabajo en el cine, se va a resentir un montón”, reitera. ”Es muy probable que los festivales de cine de los próximos años tengan poquísima o nula representación argentina”, según los profesionales que se manifestaron en Cannes. ”Es el momento crucial donde hay que levantar la cabeza y pelear con el doble de esperanza, porque cuando hay un gran enemigo enfrente, las ganas de pelear se vuelven muy grandes”, zanja el actor Lorenzo Ferro, protagonista de Simón de la montaña.