Este viernes falleció Roberto Giordano, el reconocido estilista y empresario argentino, a los 75 años. Según informaron, el peluquero de las celebridades se encontraba internado en el Sanatorio Mater Dei.
Además, señalaron que Giordano no pudo superar una intervención quirúrgica y falleció a causa de una complicación cardíaca. Sus restos serán cremados este sábado en el Cementerio de La Chacarita.
En 2022, el peluquero fue sometido a una cirugía cardíaca realizada por el doctor Jorge Belardi, un reconocido neurocirujano. En esa ocasión, le practicaron un cateterismo de última tecnología. Su peso había descendido a apenas 60 kilos y su estado de salud era muy frágil, llegando incluso a perder la lucidez en algunos momentos.
Fama y procesamiento
En las décadas de 1980 y 1990, Giordano se convirtió en una figura mediática gracias a sus desfiles, que combinaban glamour, música y personalidades en escenarios emblemáticos.
En esa época, construyó un imperio con numerosas sucursales de peluquerías tanto en el país como en el extranjero, pero luego terminó en la ruina. El estilista de figuras como Mirtha Legrand, Valeria Mazza, Andrea Frigerio, Pampita y Nicole Neumann, entre otras, se trasladó a Uruguay mientras era investigado por la justicia argentina.
Todo comenzó cuando, en diciembre de 2010, la Justicia Comercial ordenó su quiebra después de que sus acreedores rechazaran la propuesta presentada en el marco del concurso preventivo. Entre los acreedores se encontraban la Federación Nacional de Trabajadores de Peluquería, Estética y Afines, la Obra Social del Personal de Peluquería, el Sindicato de la actividad, el Fisco Nacional y un centenar de sus 500 empleados.
Luego de varios años, el Juzgado en lo Penal Económico N° 10 procesó al estilista por el presunto delito de insolvencia penal fraudulenta y embargó sus bienes por 30 millones de pesos. Además, fue condenado a dos años y cuatro meses de prisión en suspenso.
Según la investigación, Giordano habría creado “sociedades fantasmas” dirigidas por personas cercanas a él, sin capacidad económica. Posteriormente, “desapoderó” a los testaferros y vendió sus propiedades a precios simbólicos.
Aunque la Justicia le había prohibido salir del país al final de la cuarentena, el estilista se mudó a Maldonado, cerca de Punta del Este, en Uruguay, donde residía desde hace más de 20 años.
