Este 22 de mayo, finalmente se estrenó la película “Nahir”, en Amazon Prime Video, acerca de la vida de Nahir Galarza.
En el tráiler de “Nahir”, Valentina Zenere comentó: “Sentí la presencia de Fernando muchas veces acá”. Esta declaración surgió durante una pausa en el rodaje de la película sobre Nahir Galarza y el crimen de Fernando Pastorizzo, por el que Galarza fue condenada a prisión perpetua.
La película se filmó en el ex Instituto de menores Manuel Rocca, en Monte Castro, que se utilizó como la cárcel donde está presa Nahir Galarza.
El director Hernán Guerschuny dio las últimas indicaciones antes de filmar la escena en que la reclusa recibe la visita de sus padres, interpretados por César Bordón y Mónica Antonópulos.
Valentina Zenere expresó: “La película consigue que uno cambie la mirada. El juicio no tuvo perspectiva de género. Tomamos el punto de vista de ella y las cosas que contó. Todo lo que sucede en Nahir tiene un testimonio atrás, pero no estuvimos ahí y nadie sabe lo que realmente pasó. Es una ficción. Yo no la vi en su casa con Fernando y con su familia”.
La actriz también señaló: “Yo no juzgo. Siempre digo lo mismo. No se juzga, se acompaña... Cuando empezamos todo este proyecto lo primero que dijimos fue que no nos interesa saber si fue el padre o ella (el que cometió el crimen) y qué pasó ese día. No nos sumaba para la historia que queremos contar. Obviamente que yo tengo mi postura personal después de todo esto, pero no la voy a contar. Hoy es todo muy cancelable”.
El camino de Valentina Zenere en la actuación comenzó a los trece años con Cris Morena en “Casi Ángeles”.
Más tarde interpretó a Ámbar Smith en “Soy Luna”, que la consagró como una estrella juvenil. En España, alcanzó fama internacional con su papel en “Élite”, donde encarnó a Isadora. Ahora, “Nahir” marca su debut como protagonista.
Valentina Zenere contó cómo conectó con el personaje de Nahir Galarza
Valentina, caracterizada como Nahir, comentó: “Creo que estamos intentando sanar una parte de Nahir a través mío. En algunas cosas te juro que siento que estamos conectadas. Algunas noches sueño con ella y me despierto sobresaltada. Fue un personaje denso. Es verdad que uno se carga”.
“Por ahí a veces tu cuerpo, que sufre angustia y está afectado por esto, no entiende que una no estaba realmente ahí en la escena. Y a la mente le resulta más fácil y te deja salir enseguida del personaje”, añadió.
“A mí me parece de muy buen actor poder entrar y salir rápido. Es clave. Luisa, mi coach, me cuida con el tema de las energías. Capaz que a la noche escuchaba frecuencias o me ponía un reggaetón fuerte en los auriculares porque todo eso me ayudaba a salir”.
Zenere admitió sus temores al asumir este rol: “Estaba cagada en las patas. Siempre hice otro tipo de personajes. Es buenísimo para mi carrera, pero tenía mucho miedo. Nahir está viva, es de acá y la podés ver en YouTube, así que sé que obviamente va a haber una comparación. Fui encontrando, con mucho respeto, a mi propia Nahir. No soy ella, no tengo su cara, ni sus ojos, pero sé que cuando llegué de Madrid era otra persona”.
Al reflexionar sobre la experiencia de rodaje, Zenere mencionó: “Sé cuál fue el ensayo puntual en el que sentí la transformación. Es una escena con Simón Hempe, que hace de Fernando, muy linda, de la parte luminosa de ellos”.
“Por un segundo, los dos bostezamos a la vez, que es una cosa rarísima y sentí algo y me largué a llorar. Nosotros estamos haciendo algo que nos divierte, pero detrás de todo esto hay una persona que realmente está muerta”, agregó.
Los cambios físicos que tuvo Valentina Zenere
La actriz explicó que no tuvo contacto directo con Nahir Galarza ni con su familia antes del rodaje: “No se dio antes del rodaje y, una vez que empezamos, ya no estaba bueno verla porque puede afectar a mi personaje, así que prefiero que, si sucede, sea más adelante. A mí siempre me gustó la idea de que nos conozcamos”.
Valentina trabajó arduamente para encarnar a Galarza: “Físicamente, me tuve que sacar el platinado del pelo, uso lentes de contacto marrones, que me ayudan mucho, y tengo el lunar de ella. También cambié la forma de hablar para que sea más agudo y además estamos metiendo un poco de lo entrerriano sin que sea demasiado cargado”.
Finalmente, Zenere destacó: “Por más que contamos una historia intensa y el aire por momentos se sienta muy pesado, con los chicos igual conseguimos hacer algunos chistes de vez en cuando para poder distendernos”.