El conflicto legal entre Wanda Nara y Mauro Icardi sigue generando repercusiones. Este miércoles, Ana Rosenfeld, abogada de la empresaria, declaró en DDM (América) que pronto saldrá a la luz información relevante sobre el caso. Según Rosenfeld, Icardi permanecerá en Argentina tras una cirugía de ligamentos cruzados y meniscos. “Él manifestó en el expediente, a través de su apoderada, que necesita ocho meses para recuperarse”, detalló la abogada, donde citó textualmente la declaración presentada en el ámbito judicial.
Además, Rosenfeld abordó los rumores sobre presuntos episodios de violencia de género. Aunque negó haber recibido declaraciones sobre violencia física por parte de Wanda, señaló “situaciones delicadas” relacionadas con el comportamiento del futbolista. La abogada insinuó la existencia de revelaciones que aún no han sido difundidas. “Hay algo más que Wanda me contó y no puedo decir todavía”, afirmó, lo que generó mucha expectativa. En una contundente declaración, añadió: “Salgo a hablar porque Wanda me lo pidió. Ella tiene miedo”.
División de bienes y disputas económicas
En diálogo con El diario de Mariana, Rosenfeld explicó los términos de la división de bienes tras la separación de la pareja. Según la abogada, Wanda se quedó con propiedades, mientras que Icardi retuvo una considerable cantidad de dinero. “Wanda sabrá sacar provecho de las propiedades, y Mauro, invertir su dinero”, comentó. Las propiedades incluyen cuatro casas en Italia y dos departamentos en el exclusivo Chateau Libertador en Buenos Aires.
Rosenfeld subrayó que los ingresos de estas propiedades no eximen al futbolista de su obligación de pagar la cuota alimentaria correspondiente a las hijas de la pareja. La abogada denunció que Wanda está utilizando recursos propios para cubrir gastos que, según ella, deberían ser asumidos por Icardi.
Rosenfeld también reveló que Wanda acusó a Icardi de haberle sustraído aproximadamente 70 mil dólares, donde afirma contar con fotografías y un acta policial. Además, explicó que antes del conflicto, la pareja planeaba instalarse definitivamente en Argentina tras la finalización del contrato del futbolista en Turquía. Sin embargo, los planes se desmoronaron en medio de estas tensiones legales y personales.