La relación entre el rey Felipe VI y Letizia Ortiz, que fue sellada en matrimonio el 22 de mayo de 2004, ha sido un constante foco de rumores y especulación. Con el mismo hermetismo que caracteriza a la monarquía española, los padres de Leonor y Sofía han llevado a cabo un proceso de separación lleno de detalles legales y acuerdos cuidadosamente diagramados.
Fuentes cercanas señalan que las conversaciones tomaron fuerza tras una serie de crisis que afectaron su matrimonio, incluyendo las presiones familiares y el constante escrutinio sobre la gestión de la Corona.
No es la primera vez que la Casa Real enfrenta turbulencias. En 2013, durante el escándalo del caso Nóos que involucró al entonces cuñado del rey, Iñaki Urdangarin, Letizia presionó a su espos para que tomara medidas firmes que protegieran la imagen de la institución.
Antes de casarse, el rey Felipe y doña Letizia firmaron acuerdos prenupciales que detallan cómo se gestionaría una posible separación. Uno de los puntos más relevantes es que, en caso de divorcio, sus dos hijas quedarían bajo la custodia del rey en el Palacio de la Zarzuela.
Esto ha sido un motivo de gran peso para Letizia, quien ha tenido que aceptar estas condiciones a pesar del impacto emocional. A cambio, se le garantiza una asignación económica vitalicia y el uso de propiedades privadas, lo que refleja el delicado equilibrio entre su papel público y sus asuntos personales.
La monarquía, en un momento crítico
La separación no solo implica desafíos personales, sino también institucionales. Felipe y Letizia han intentado preservar la estabilidad de la monarquía, especialmente pensando en el futuro de sus herederas, que están en edad adolescente y cumpliendos sus primeros años de educación superior.
El rey Felipe, además, ha tenido que distanciarse de algunos miembros de su familia, especialmente después de la salida de su padre, el rey emérito Juan Carlos I, y las tensiones con sus hermanas, las infantas Elena y Cristina. Estas acciones buscan mantener una imagen positiva de la Casa Real y asegurar su continuidad en medio de la presión pública.
Mientras tanto, Letizia ha contemplado un futuro fuera de la Corona. Aunque es poco probable que regrese al periodismo, las condiciones de su separación le permiten una independencia financiera considerable.
En cuanto al momento en el que se haga oficial el anuncio del divorcio de los reyes, este podría coincidir con la mayoría de edad de la infanta Sofía a finales de abril de 2025, o bien, unas semanas despúes, marcando un nuevo capítulo en la historia reciente de la monarquía.