El mendocino que dejó el rock para crear una escuela orquesta que es modelo en el país

Hugo Arcidiácono fue rockero, baladista, folclorista, hombre de Vendimias, pero en el mejor momento de su carrera decidió dejarlo todo por un proyecto colectivo, la Orquesta Escuela de San Martín. Cerrarán el año el próximo viernes con un concierto imperdible.

El mendocino que dejó el rock para crear una escuela orquesta que es modelo en el país
Hugo Arcidiácono, al frente de la orquesta escuela de San Martín.

En 2010 un grupo de chicos iba a tomar clases de música y tocaba la flauta dulce. El profesor llevaba adelante un taller municipal que, hasta ahí, no era muy distinto a muchos. Pero el docente tenía un plan: Ya había elaborado un proyecto de orquesta escuela y lo había anotado en un proyecto del gobierno nacional, que prometía enviar instrumentos a los municipios.

La primera actuación fue en diciembre de 2011 en el Paseo de la Patria, en San Martín. “Habíamos recibido los instrumentos un mes antes y pudimos tocar una sola obra, con cuerdas al aire y en los vientos registros medios, donde no fuera problemático”, dice el director de la orquesta Hugo Arcidiácono (52).

La orquesta escuela fue la conjunción de voluntades y viento que sopló a favor.
La orquesta escuela fue la conjunción de voluntades y viento que sopló a favor.

Este próximo 20 de diciembre, después de haber dado más de cien conciertos en estos 14 años, la Orquesta Escuela de General San Martín pondrá en escena “Rapsodia del destino”, un concierto que reunirá a “compositores en su mayor parte del Romanticismo y algunas arias de ópera, todo esto en la temática de la lucha del ser humano ante la adversidad, de la importancia de trabajar unidos, de que no nos salvamos solos, que somos una comunidad”. Allí se escuchará el primer movimiento de la 5° sinfonía de Beethoven y el cuarto movimiento de la 9°. Obras de gran complejidad, porque “siempre la premisa ha sido que, no porque sea una orquesta escuela con un programa educativo y de contención social, vamos a dejar de lado la calidad”.

Arcidiácono cuenta que “para una hora de concierto, trabajamos 600 horas, un trabajo diario, de lunes a viernes, con enorme dedicación de alumnos, docentes y de todos los involucrados”.

Ese señor de la batuta

Hugo Arcidiácono nació en Henderson, en la provincia de Buenos Aires, “por casualidad, porque mi padre trabajaba en Cartellone y estaba haciendo una obra allá”, pero a los tres meses ya estaban de regreso en San Martín, donde transcurrió toda su vida.

“Mi abuela paterna era violinista de una orquesta de tango entonces, de niño, la música siempre estuvo presente en mi vida”, cuenta, y agrega que su hermano mayor también era un músico de rock y “crecí entre instrumentos”.

Hugo comenzó con el rock, con la guitarra eléctrica. Después el folclore, la participación en Vendimias y en el 98, y durante los siguientes diez años, integró también la Banda Municipal de Rivadavia.

“Me ha pasado algo muy hermoso: cada vez que me dediqué a un género, me apasioné con ese género. Nunca sentí que mentía”, dice.

La orquesta

“Cuando empezamos a trabajar con el proyecto de la orquesta, uno de los grandes objetivos fue instalar ese proyecto en la comunidad, entendiendo que era la manera de sostenerlo, que crezca y darle continuidad en el tiempo. No fue simple, porque en ese momento los atractivos pasaban por otro lado, por el boxeo femenino, por las carreras de auto… y pensar en instalar una orquesta y arraigarla en la comunidad era utópico. Y eso no se consiguió ni el primer, ni el segundo ni el tercer año. Fue una construcción en el tiempo”.

Hugo Arcidiácono, director del organismo.
Hugo Arcidiácono, director del organismo.

Pero el proyecto creció y creció, sin límite. “Solo fue posible desde la pasión y el convencimiento de que estaba bien hacerlo, que había que hacerlo”, dice Arcidiácono, mientras subraya que “lo difícil no es empezar un proyecto de orquesta, sino sostenerlo en el tiempo. Han empezado muchos proyectos como este en todo el país y, por diferentes razones, se han ido cayendo. Algunos, la mayoría, por corte de financiamiento, otros por razones organizativas propias. En el caso de San Martín se dio un milagro musical, todo se unió en el momento justo y con las personas adecuadas”.

Así la orquesta ha trascendido gestiones y ha sumado voluntades. A los primeros aportes del programa nacional para comprar instrumentos se sumó aporte municipal para más instrumentos y pago de horas cátedra y luego el aporte provincial para totalizar el pago a profesores y asegurar una enseñanza de calidad.

Pequeñas grandes personas

Como dice Arcidiácono, todo se unió en el momento justo en el lugar exacto. A la pasión de Hugo, se le sumó el compromiso de Mónica López, “que se comprometió con el trabajo desde el día 1 como gran gestora cultural, una visión de comunidad, de sociedad brillante, en donde cada persona y cada familia tiene importancia”.

Y el cuerpo de profesores, y los 700 alumnos que han pasado por allí, y las familias…

“La música como instrumento de vida, nos ha mejorado a todos. Los que han pasado por la orquesta llevan el recuerdo de que, a través de la exigencia, del trabajo sostenido y del trabajar con el otro, que nos lleva a acordar, a concertar con otros, a ponernos de acuerdo, todos nos llevamos un valor que nos acompaña toda la vida”.

Para agendar

Este 20 de diciembre, a las 21.30, en el Paseo de la Patria, en la ciudad de San Martín, la Orquesta Escuela dará su concierto de fin de año, celebrando el aniversario del departamento, acompañada por el Coro, que nació también desde la Orquesta.

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