El escritor español Álvaro Pombo fue galardonado este martes con el Premio Cervantes 2024, el máximo reconocimiento de las letras en español y dotado con 125.000 euros, según el fallo del jurado, que fue anunciado por el ministro de Cultura del país ibérico, Ernest Urtasun.
Pombo (Santander, 1939) fue reconocido con esta distinción por su capacidad de crear “un mundo literario propio que conmueve” y por su “extraordinaria prosa creadora lírica y singular”, sostuvo el jurado, presidido por el anterior ganador, Luis Mateo Díez, y que ensalza también la “extraordinaria personalidad creadora, lírica singular y original narración” del premiado.
“A su notabilísimo nivel como poeta y ensayista, se une el ser uno de los grandes novelistas de nuestra lengua, que indaga en la condición humana desde las perspectivas afectivas de unos sentimientos profundos y contradictorios”, añadió el fallo.
Los jurados coincidieron que “en sus creaciones, muestra el mundo a través de la construcción de un lenguaje en el que las deformaciones de la realidad aparecen reflejadas bajo el disfraz de la ironía y del humor”.
Y consideraron además que “en su prosa, la oralidad se refleja en la voluntad de un estilo que aspira al ‘escribo como hablo’ valdesiano”.
“Álvaro Pombo ha creado aquello que define a los grandes escritores, un mundo literario propio imperecedero e imprescindible que conmueve y conduele”, concluyó el jurado.
Consejos del escritor para escribir y leer
Pombo publicó en 2015 Un gran mundo, libro en el que se propone dar consejos y compartir experiencias sobre el oficio de escribir y el placer de leer. Compartimos a continuación algunos fragmentos.
El lector virtual
Al escribir soy consciente de dos tipos de lectores: los lectores emboscados y los lectores cercanos. A mí me parece buen recurso ir escribiendo y leyendo en voz alta a los próximos. Pero no se puede leer todo del todo. Así que la presencia del lector es más virtual que actual.
A viva voz
Yo tengo gran fe en la viva voz. En contar los relatos o los poemas en voz alta, recitarlos, y trabajar luego sobre los textos resultantes. También aprecio mucho que me lean en voz alta los textos que escribo. La viva voz interactúa produciendo una viva sensación de dialogo con su teatralidad propia. La viva voz es la voz de la conciencia, pero a la vez también la propia voz y la voz de los próximos.
Deshacer el ego
Siempre he creído, como T. S. Eliot, que la poesía es escapar de la personalidad: el yo tiene que diseminarse y deshacerse para rehacerse en las máscaras del yo y de los otros, que son los personajes y las tramas, también los paisajes.