MasterChef siempre tiene motivos por los cuales se destaca y es uno de los programas principales de Telefe. Relaciones amorosas, historias de vida o bien, recuerdos de los más profundo, como ocurrió días atrás.
Durante la noche del jueves, los participantes de Masterchef, tuvieron que apelar a un recuerdo de su infancia y llevar a la práctica un gustoso plato de milanesas. “Vamos a viajar a la infancia y también hagamos viajar a nuestros jurados”, pidió Wanda Nara.
“Para mí hoy el 50 por ciento es la historia que cuenten”, dijo Germán Martitegui cuando anunció que los cocineros amateurs tenían que elaborar un plato bien argentino: milanesas con puré y guarniciones a su gusto.
“Mi abuela mezclaba pan rallado pero el pan era como un lactal casi deshidratado, crocantísimo. Me parecía mágico que lo sellaba en manteca”, le contó Rodolfo a Damián Betular, en tono de emoción. “La salsa es de tomate, va con ajo, tomillo, puerro, y también hago un mole que te quedas bizco”, bromeó con jurado.
Sin dudas fue una noche en la que las emociones estuvieron a flor de piel. No solo Rodolfo o Juan Francisco, que se emocionó al contar una anécdota de su madre, dieron muestras de sentimentalismo, sino también Rodrigo.
El chef nacido en Rio Cuarto se quebró al preparar la milanesa que le hacía a su abuela. Rodrigo presentó una milanesa de carne con papas pay y huevo revuelto con aderezo de mayonesa, mostaza y miel.
“Es emocionante tu historia con el plan y los huevos, pero no tiene nada que ver con lo que hiciste. La milanesa está rica y la idea de cortarla en tiras es buena… pero creo que el doble empanado hace que se despegue y la salsa tiene un dejo infantil. Nada me termina de cerrar”, concluyó Martitegui.
A medida que recibía las devoluciones, los ojos de Rodrigo se iban llenando de lágrimas a pesar de la mala devolución. “Me emociona recordar esas cosas”, mencionó el profesor de bioquímica, que luego recibió el apoyo de sus compañeros.
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