Luis Miguel cerró su gira en Argentina con un show en Córdoba que fue un verdadero escándalo. Es que sus fans aguardaban por un show único, como cada uno que brinda El Sol de México, pero por una llovizna decidió terminarlo a los 45 minutos de haber arrancado, sin previo aviso y sin despedirse del público.
El cantante desapareció del Estadio Monumental de Alta Córdoba, mientras el público gritaba furioso al unísono “estafa”. Es que pagaron entre $70.000 y $120.000 por entrada para verlo interpretar las mismas canciones de todos sus tours y el show duró menos de una hora.
Ante esta situación, y luego de que se hizo público lo ocurrido en la noche del jueves y por las quejas de los fans en redes, decidieron publicar un comunicado en las redes oficiales del artista.
“En virtud de la tormenta registrada el día de ayer en Córdoba, Argentina y con el objeto de proteger la seguridad de los fans, músicos y el personal ante un riesgo eléctrico, el concierto tuvo que finalizar antes de lo programado dado el peligro que representa la cantidad de agua registrada todo el día y durante el concierto a los equipos de luces y sonido”, expresaron y cerraron el aviso con un “gracias por su apoyo y comprensión”.
Qué pasó con Luis Miguel en Córdoba
La expectativa de los fans era altísima ante el pronóstico de lluvias, por lo que se prepararon con pilotos y nylon para protegerse en la noche más esperada del año. El “rey sol” salió al imponente escenario cerca de las 22 y enloqueció a la multitud con sus aceitados hits como “Será que no me amas”, “Suave” y “Culpable o no”, pero empezaron los problemas.
Después de “La incondicional”, uno de los asistentes personales que acompaña a Luismi se acercó con un paraguas y no se despegó del cantante, persiguiéndolo por cada rincón, dando una imagen bochornosa para un artista de su trayectoria (al margen de que es conocida su fama de “divo”).
También hubo otro momento de desconcierto para el público cuando se produjo un intervalo en el que, aparentemente, se ajustaron cuestiones técnicas y se secó el escenario mojado ante la llovizna.
La cuestión es que Luis Miguel aceleró su lista de canciones y llegó con los temas finales apenas a las 22.55, es decir, menos de una hora después de iniciado el recital. “Cuando calienta el sol” puso fin al evento, sin despedida ni saludo protocolar. Tras unas diez canciones, estallaron los silbidos, el enojo y los inevitables gritos de “estafa”.
Las luces del estadio prendidas obligaron a los fans a volver a casa, entre medio de insultos y desazón con el artista y la producción. Hasta en las redes sociales se vio un video del “divo” saliendo en su auto y carroza de seguridad sin darle atención alguna a sus fanáticos que tanto lo esperaron para llevarse un fiasco.