El amor verdadero, según Carl Jung

El psicólogo suizo, quien nació un 26 de julio de 1875, ofreció una original mirada sobre el amor en la pareja, que aquí nos la comparte el psicólogo Flavio Calvo.

El amor verdadero, según Carl Jung
El amor.

El amor, uno de los temas más trascendentales y que más afectan en la vida humana. Desde la psicología, Carl Gustav Jung, reconocido psicólogo suizo, desarrolló una visión única sobre el amor y su significado profundo en nuestras vidas.

El amor verdadero y los vínculos duraderos

Para Jung, el amor verdadero no se limita a una emoción pasajera o a una atracción simple y superficial, sino que implica la formación de vínculos que resulten duraderos y significativos. Estos vínculos se basan en la profundidad y la autenticidad de la conexión entre dos personas. No se trata simplemente de una relación frívola o de conveniencia, sino de un compromiso genuino con el otro que va más allá del momento.

Según Jung, el amor verdadero requiere responsabilidad y compromiso, estos son los dos elementos que lo hacen posible. Aunque el amor implica libertad en la elección de la pareja, una vez que se establece la relación, es necesario asumir responsabilidades hacia el otro. Esto implica ser consciente de las necesidades, deseos y limitaciones de la pareja, así como trabajar activamente en el crecimiento y el fortalecimiento de la relación. Hoy se habla mucho de responsabilidad emocional, y en una relación amorosa la responsabilidad ante el otro es un elemento primordial para el compromiso mutuo.

En la concepción de Jung, el amor verdadero implica un sacrificio de las propias posibilidades individuales, esto significa que, al comprometerse en una relación amorosa profunda, uno renuncia a la idea de perseguir todas las oportunidades que podrían surgir en el ámbito personal. Cuidado, no se trata de anularse o negarse a uno mismo, sino que se trata de reconocer que la relación amorosa requiere dedicación y atención, lo cual puede implicar renunciar a ciertas opciones individuales en beneficio de la relación.

El amor verdadero como sacrificio

Jung consideraba que el amor verdadero era un acto de sacrificio. No se trata de sacrificarse a uno mismo en términos de perder la propia identidad, sino más bien de renunciar a las expectativas egoístas y a la ilusión de las propias posibilidades individuales en aras de nutrir y fortalecer la relación amorosa. En este sentido, el amor verdadero implica un compromiso de cuidado y apoyo mutuo, donde ambas partes se esfuerzan por el bienestar del otro.

Desde la perspectiva junguiana, el amor verdadero no se basa en el ideal romántico de encontrar a alguien que satisfaga todas nuestras necesidades y deseos, sino en el reconocimiento de que una relación amorosa sana requiere un compromiso mutuo y continuo de cuidado y apoyo. Implica un movimiento hacia el otro, un deseo genuino de comprender y aceptar a la otra persona en su totalidad, incluyendo sus virtudes y sus sombras.

El sacrificio en el amor verdadero implica dejar de lado las fantasías de perfección, reconociendo que ninguna persona es perfecta y que las relaciones no son lineales, sino que pueden tener altibajos. Este acto de renuncia no es una autonegación, sino que, al contrario, es vista como una apertura hacia la posibilidad de crecimiento personal y transformación a través de la relación amorosa. Al renunciar a nuestras propias ilusiones de grandeza y control, nos abrimos a la experiencia de aprender y crecer junto a nuestra pareja. Esto es todo un desafío.

En el marco junguiano, el sacrificio en el amor verdadero también implica el reconocimiento y la integración de los aspectos más oscuros de nuestra propia psique. Jung hacía referencia a la sombra, es decir, aquellas partes de nosotros mismos que preferimos negar o reprimir. Al comprometernos con una relación amorosa auténtica, nos enfrentamos a nuestros propios aspectos menos deseables y a menudo proyectamos estas sombras en nuestra pareja. El sacrificio implica la disposición de enfrentar y trabajar en estas proyecciones, cultivando la conciencia y la responsabilidad personal.

Desde esta perspectiva Carl Jung habla de que el amor verdadero se caracteriza por establecer vínculos duraderos y responsables. Requiere elección y compromiso consciente, así como la disposición de renunciar a las ilusiones de las propias posibilidades individuales. El amor verdadero implica un sacrificio de egoísmo en beneficio de la relación, y se basa en el cuidado y el apoyo mutuo. A través de su visión, Jung nos invita a reflexionar sobre la importancia de la autenticidad y el compromiso en nuestras relaciones amorosas, y nos desafía a trascender nuestras propias limitaciones en aras de un amor más profundo y significativo. Desde esta mirada, el amor deja de ser un sentimiento o una emoción, para pasar a ser una decisión de compromiso, lo cual lo hace mucho más valioso y responsable.

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