Marcela Tinayre abrió el bar más polémico de todos. Con 60 años de trayectoria, “Polémica en el Bar” marca no solo un hito en la televisión argentina, sino en el mundo. Con una escenografía que se aleja del mítico bar porteño para acercarse más a un moderno bar/estudio de televisión, la conductora se mostró emocionada y le dedicó unos minutos a los creadores del formato y dueños, en fin, de la criatura: los hermanos Sofovich.
“Gerardo de mi corazón, quién lo hubiese dicho tantos años de amistad. Mirá dónde estoy”, decía Tinayre mientras le hablaba a las fotos de la pared en la que se podía ver las distintas etapas del programa con humoristas e invitados de renombre para cada una de esas épocas.
“Todos estos popes de la cultura del humor de la política del deporte de todo todos estos han hecho polémica en el bar durante 60 años iban alternando, así que ahora muchachos. porque estos son muchachos, ahora yo fui elegida (...) y voy a colocar mi foto”. Con estas palabras y colgando su retrato, Marcela Tinayre abrió el bar, el color llegó a la tele y pasó a recibir a su equipo.
Alfa, Flavio Mendoza, Eliana Guercio, Gabriel Schultz y el mismísimo Chiche Gelblung son los panelistas de estas mesa 2023 que parecería proponer algo distinto, pero no muy lejos de la línea editorial que siempre se manejó: machista, misógina y un poco acomodada a la derecha.
Tinayre, fiel a su estilo sin filtro y ácida, le dedicó unas palabritas a cada uno de sus panelistas. El primero en entrar fue Flavio Mendoza, con un traje calado y lo primero que hizo Marcela fue hacerlo mostrar la cola. Bueno, por lo menos no era una chica.
Cuando fue el turno de Alfa, la conductora lo recibió con una calidez abrumadora. “Le encantan las cámaras, es insoportable” dijo sobre el ex Gran Hermano.
A Schultz, reconocido periodista y militante k, le dijo que no coincidía en nada de lo que él dice, pero que estaba encantada de tenerlo. Calurosa bienvenida. Con Chiche hizo alusión a su supuesto romance, dejando ver que no hubo nada de supuesto.
Una vez empezado el programa, el que entró fue Marcelo Polino en una especie de rol actoral en el que él es, aparentemente, el dueño de la propiedad en donde está el bar. El cruce más esperado fue con Eliana Guercio, quien hace 17 años le pegó una cachetada en vivo, en Intrusos. Hubo un pase de comedia que nadie entendió y no se resolvió muy bien.
Con el equipo presentado, el primer tema se planteó sobre la mesa: las pistolas taser. Voces a favor y otras en contra empezó la polémica.