Daniel Stern, quien alcanzó la fama mundial por su papel como Marv Merchant, uno de los torpes ladrones en la icónica película navideña Mi pobre angelito (1990), ha dejado atrás las cámaras para dedicarse a una vida completamente diferente en una granja de Ventura. California. Lejos del ajetreo de Hollywood, Stern combina su amor por el cultivo de la tierra con su pasión por la escultura, compartiendo su día a día en redes sociales.
Tras el éxito de Mi pobre angelito y su secuela, Stern decidió tomar un camino más relajado. Hoy en día, cultiva frutas y verduras en su propiedad, donde también desarrolla esculturas que reflejan su creatividad. A través de su cuenta de Instagram, muestra el paisaje californiano que lo rodea, cajas llenas de frutas frescas y hasta jugos naturales que elabora él mismo.
Gracias a las ganancias obtenidas por su participación en las exitosas películas, Stern disfruta de una estabilidad económica que le ha permitido elegir un estilo de vida más simple y lejos de los reflectores.
El legado de Mi pobre angelito
Mi pobre angelito sigue siendo un clásico navideño que ha marcado a generaciones. La historia del pequeño Kevin McCallister (interpretado por Macaulay Culkin) enfrentándose a los ladrones Harry y Marv, interpretados por Joe Pesci y Stern, respectivamente, continúa siendo reproducida en todo el mundo cada temporada festiva.
El dúo cómico que Stern formó junto a Pesci es recordado como uno de los más icónicos de los años 90, consolidando su lugar en la historia del cine. A pesar de su retiro, Daniel Stern permanece en la memoria de los fanáticos como el hilarante Marv, aunque hoy su vida transcurre entre los surcos de su granja y su taller de esculturas.
Una vida artística y en armonía con la naturaleza.
La transición de Stern de la actuación al arte y la agricultura es una prueba de que el éxito puede medirse de diversas maneras. Mientras que otros actores buscan permanecer bajo los reflectores, él ha optado por la tranquilidad y la conexión con la naturaleza, demostrando que su creatividad no se limita al cine.
Hoy, a más de tres décadas del estreno de Mi pobre angelito , Daniel Stern sigue siendo un nombre querido por el público, no solo por su talento actoral, sino también por la autenticidad con la que vive su vida.