A veces hay que dar un paso atrás para avanzar dos, o dicho en términos numéricos, restar uno para sumar. Seguramente ni la física ni la matemática coincidirán con estos dos postulados que sin embargo se ajustan exquisitamente a la temática propuesta en esta nota.
La postura sexual 69 es una de las más conocidas tanto en la teoría como en la práctica. Es, sin dudas, una de las más excitantes y participativas ya que requiere una actitud activa por parte de ambos implicados. Esta, casi acrobática, postura cumple con la intención de generar placer mutuo y simultáneo. En otra oportunidad profundizaremos el tema, sobre todo en los aspectos relacionados al dar y recibir, ya que también es común que en esta posición alguno se enfoque en uno de los dos aspectos, preocupandose más por dar que por disfrutar, o por el contrario, dejándose llevar por el placer y olvidando sus deberes sexuales para la ocasión.
Pero ahora nos enfocaremos en la resta matemática que nos convoca: La posición sexual llamada “68″ que, pese a su deficiencia numérica, suma con creces la gratificación para uno de los dos integrantes de la pareja.
El 68 también tiene su técnica, y aunque no requiere cuerpos ágiles, sí fuertes, para sostener el peso de quien recibirá el cumplido oral.
La principal diferencia estriba en que toda la dicha que se compartía con el 69 se la lleva aquí uno solo, ya que uno de los dos será el que le brinde sexo oral al otro, que solo deberá disponerse a relajarse y recibir.
Cómo realizar la postura
Uno de los dos, el que va a dar placer, debe acostarse boca arriba en la cama o un sillón cómodo, con las rodillas levemente flexionadas, y dispuesto a recibir el peso de su pareja encima, mientra que el que recibirá el mimo sexual debe acostarse encima, también boca arriba, pero en sentido inverso, es decir, con la cabeza entre las piernas de su pareja. Por último, el afortunado pasivo abrirá sus muslos de para recibir suave pero profuso sexo oral.
Ventajas de esta postura
La persona que se encuentra debajo tiene total acceso a los genitales del otro, desde el clítoris o el glande hasta donde la flexibilidad de sus cervicales se lo permita.
En cambio, quien está encima y recibe, puede relajar su cuerpo sobre las formas de su pareja, sintiendo su piel, su calor y el ritmo de su respiración, pudiendo concentrarse mejor en las sensaciones que le provocan los labios y la lengua del otro sobre sus genitales.
La página farodevigo.es analiza en relación a esta postura “De esta forma, la persona que esté encima será la que más disfrute del denominado 68, mientras que la que esté debajo podrá llegar a las partes íntimas de su pareja desde una nueva perspectiva”, a la vez que recomienda “Para que no resulte muy molesto para el que se encuentra ubicado en la parte de abajo, el miembro de la pareja situado encima puede apoyarse sobre los codos y rebajar así su peso corporal”.
Por otra parte, la misma página asegura: “Los expertos en sexología coinciden en recomendar la búsqueda de nuevas posturas a la hora de mantener relaciones sexuales. Estas prácticas mantendrán viva la chispa en la pareja y, además, ayudarán a encontrar más placer en sus encuentros sexuales”.
Otra de las ventajas del 68 es que quien está abajo tiene las manos libres, por lo que puede tocar el cuerpo del otro hasta donde alcance... o usar algún juguete sexual.
O incluso masturbarse mientras está procurando estimulación oral a su compañero o compañera sexual. Además, una vez terminada la tarea con uno de los integrantes de la pareja, se puede rotar la posición para que el otro también la disfrute.
La sexologa Lisbeth Meré, en una publicación de la revista Cosmopolitan explica “Para las personas con vulva resulta muy placentero, ya que la pelvis, al estar más elevada y tan cerca de la boca de la pareja sexual, permite que se estimule no solo el clítoris, sino toda la vulva. Y también se pueden realizar movimientos para acercar o alejar los genitales de la boca en función de las sensaciones, y marcar un juego excitante con la pareja”.
Qué puede aportar el que está encima
Si la persona que se encuentra en situación pasiva, es decir, encima desea colaborar, puede autoestimularse también, ayudando a quien está abajo en el trabajo de llevarlo hasta el límite del placer. El 68 permite romper así las ataduras que el 69 condiciona a una sola forma de juego.
Si bien esta postura parece simple, requiere práctica para mejorar hasta alcanzar la perfección. Pero además, en términos generales, la pagina Información.es puntúa una serie de recomendaciones para cualquier caso de sexo oral, incluyendo el 68.
Consejos para disfrutar el sexo oral
-Cuidar la higiene antes de practicar sexo oral es esencial. Con ello, nos aseguramos de que no hayan olores o sabores desagradables que incomoden el encuentro.
-Mantenerse relajado y concentrado en lo que nuestra pareja nos está haciendo es importante para poder disfrutar de la estimulación oral y alcanzar el clímax.
-Quien está dando sexo oral debe recordar no ir al “punto álgido” de los genitales, sino llegar de a poco. No hace falta encarar el clítoris o el glande en primera instancia. Se puede jugar con los labios y la lengua alrededor para que la pareja se vaya relajando.
-Transmitirle a la persona que nos está haciendo sexo oral que nos está gustando es también un aspecto clave para aumentar el disfrute de ambos.
-El miembro de la pareja que realice el sexo oral debe disfrutar mientras lo hace, así la otra persona se sentirá completamente cómoda y se excitará mucho más.
-Recordar técnicas como “las vocales”, para abarcar con la lengua cada espacio.
-Se debe variar el ritmo y la intensidad de los movimientos para sea mucho más placentero.
-Ir un paso más allá y no centrarse únicamente en la estimulación del pene o el clítoris, hay otras zonas erógenas como los testículos, el perineo, los labios vaginales que también proporcionan un gran placer.
-Recordar que tanto el clítoris como el glande son extremadamente sensibles y que, además, cada persona tiene grados de sensibilidad distintos, por lo que es importante estar atentos a las expresiones del otro. Si manifiesta placer o si, por el contrario, se tensa o esquiva.
-Acompañas la estimulación oral además con la estimulación manual dando besos y caricias por otras zonas erógenas del cuerpo de la pareja.