Jorge Lanata no pasa por el mejor momento de salud. Lleva más de 3 meses internado con recaídas, mejorías y noticias no del toda buenas que preocupa constantemente a la sociedad que lo sigue.
Así como ha sabido ganarse el cariño de muchos, la vida privada del periodista de 64 años también ha hecho que sea el centro de las críticas.
Sus problemas familiares, teniendo como protagonistas a su pareja e hijas, han hecho que se recuerde la vez que el propio Lanata reveló una de las intimidades de su vida que pocos conocían: su adopción.
La información se conoció tiempo atrás, cuándo Lanata reveló en el programa de Mirtha Legrand que se enteró de muy mayor de su verdadera identidad.
“Mis padres me trajeron a Buenos Aires cuando era muy pequeño”, comenzó a relatar sobre su historia familiar. “Creo que eso fue lo que los llevó a decidir adoptarme”, añadió, recordando que sus padres habían sufrido una pérdida gestacional antes de su llegada.
“Durante años pensé que había heredado el sentido del humor de mi mamá, hasta que supe la verdad y no podía creerlo”, confesó Lanata. “Fue una prima mía, que ya no está, quien se lo contó a mi ex esposa. Siempre quiso decírmelo”, explicó.
“No siento la necesidad de buscar a mis padres biológicos. Sé que mi adopción no fue del todo legal; me recogieron en el Hospital de Mar del Plata”, concluyó el tema con una voz entrecortada por la situación.
En un momento emocional, el nacido en Mar del Plata recordó a su madre en un programa especial por el Día de la Madre: “La conocí de una manera inusual. Ella tuvo un tumor cerebral cuando yo tenía seis o siete años, y pasó más de cincuenta años con un lado del cuerpo paralizado. Nunca pudimos tener una conversación convencional, pero nuestras miradas decían mucho”.
Cómo manejo Jorge Lanata el tema de la adopción
“Después de los 56, aún me preguntan por qué no quise saber más. La respuesta es sencilla: sé de dónde vengo, mi madre era una mujer de ojos verdes, con la que nunca intercambié palabras, pero a la que entendía con solo mirarla”, finalizó, dejando una profunda reflexión en el aire.