Disney+ estrenó el séptimo y último episodio de la tercera temporada de “El encargado”, la serie de humor negro protagonizada por Guillermo Francella que no escapó a la “grieta” que tanto caracteriza a la sociedad argentina. En las redes sociales, algunos usuarios acusaron a los creadores, Gastón Duprat y Mariano Cohn, de hacer un “panfleto” a favor de las políticas del presidente Javier Milei.
Con una cuarta temporada ya anunciada, falta averiguar hasta qué punto llegará el ascenso político del ambicioso conserje Eliseo Basurto (Francella), que ahora lidera su propia empresa de encargados autónomos, sin relación de dependencia ni la intervención de los sindicatos.
Cómo fue el final de El Encargado 3
La tercera temporada de “El encargado” generó un debate intenso sobre el mercado laboral en Argentina, especialmente en torno al papel de los sindicatos y la precarización.
Es que el personaje de Eliseo Basurto, interpretado por Guillermo Francella, llevó a la pantalla una problemática muy actual: la tercerización de servicios y sus efectos sobre los derechos de los trabajadores (o la falta de adaptación a los nuevos ritmos del mundo).
En los siete episodios de este año, Eliseo utilizó sus tácticas para imponer su empresa de tercerización en edificios, aprovechando los menores costos como principal argumento y evitando las “trabas” sindicales (el Sindicato de Porteros en la ficción).
Gómez (Manuel Vicente), el encargado del edificio contiguo, es quien lidera el rechazo contra Eliseo, ya que éste lo extorsiona con la salud y un montaje de maltrato hacia su papá, que está en silla de ruedas y con una enfermedad degenerativa. Entonces, convoca a sus compañeros sindicalistas para armarle una protesta con pintadas, piquetes e insultos.
El final tuvo a Eliseo enfrentándose al Congreso (no al Poder Judicial, una elección rara si se tiene en cuenta el funcionamiento y las atribuciones de cada poder del Estado) por las acusaciones de tomar control con su empresa del manejo de los edificios al estilo monopolio y supuestamente vulnerar los derechos laborales.
Lo importante en la historia es que, tras la repercusión de su caso, Eliseo se gana el apoyo popular.
Entonces, los legisladores, reunidos en un despacho con cuadros de Juan Domingo Perón y Evita, llegan a un acuerdo secreto para que Eliseo sólo trabaje con su empresa en el barrio porteño de Belgrano y no más allá.
El protagonista acepta la oferta y evita ser juzgado para ir a la cárcel, despertando la furia de los derrotados Gómez, Zambrano (Gabriel Goity) y los sindicalistas.
El presidente de turno, cuya identidad nunca se revela, se entera de la popularidad cosechada de los ideales de Eliseo y su mirada sobre el mercado laboral, por lo que lo convoca a una charla privada en el despacho de Casa Rosada. Con un guiño a los espectadores rompiendo la cuarta pared, Eliseo entra a la oficina presidencial para su esperado encuentro político.
Este cierre abierto sugiere que la serie no sólo continuará explorando estos temas en la cuarta temporada, sino que podría involucrar a personajes inspirados en figuras políticas actuales, tal vez incluso al propio presidente Javier Milei o alguien que lo represente de manera similar.
Polémica por el final de “El encargado 3″: qué dijeron en las redes sociales
Si bien hubo televidentes que celebraron la implicancia política de la serie, no gustó a todo el mundo, ya que los usuarios cuestionaron lo subrayado del asunto libertario, perdiendo lo sutil de las anteriores temporadas. Si bien en otros capítulos hubo crítica social y bastante acidez, “El encargado” no se llenaba de alusiones tan directas a la realidad y la coyuntura.
“Cuando Francella arrancó con la serie del encargado lo criticaron todos los kukardos del sindicato de trabajadores de edificios Y ahora te clava una marcha de kukas sindicalistas en la serie”, dijo en X el usuario @therealbuni, uno de los más influyentes en el espectro libertario.
En la otra vereda, la usuaria @_apolita_ publicó: “Me causa mucha gracia que los libertarios agarren como ídolo al personaje de Francella en El encargado. Está construido literalmente como un psicópata y la gracia es que es un cagador, muchachos”.
“Terminé de ver la tercera temporada de ‘El encargado’: si había alguna duda sobre la politización pro Milei de la trama, la misma se disipa en el último capítulo. La serie parece más un manifiesto en contra de la regulación estatal que la ficción ácida que supo ser. Una pena”, señaló @erespi.