A pocos días del estreno mundial del documental “El Kapo” en Mendoza, Los Andes dialogó con Miquel Francés, profesor de grado y director del Posgrado sobre Contenidos Audiovisuales en la Universidad de Valencia, fotógrafo profesional y el productor ejecutivo del documental. Dirigido por el cineasta español Albert Montón y basado en la investigación de Llin Llopis, el filme recupera una figura poco conocida de la historia valenciana y también de la mendocina.
- ¿Cuándo descubriste que el proyecto del documental El Kapo podía ser una gran historia para contar?
- Conozco a Guillem Llin Llopi, quien inició la investigación, desde la infancia, prácticamente nacimos en el mismo pueblo, aunque él migró a otra ciudad, pero hemos mantenido el contacto tanto con él como con su hermano. Fuimos al colegio juntos. Ya contemporáneamente, hace 10-15 años, él empezó a trabajar en temas de memoria histórica en nuestra comarca, en el interior de la Comunidad Valenciana, y comenzó a abordar el tema de los deportados en Mathausen que no habían vuelto y que habían perecido en esta tragedia. Él identificó a gran parte de toda la comarca de todos los pueblos y a partir de ahí, poco después, ya empezó con toda una serie de cuestiones que son el tema central. En este sentido, empezó a trabajar en el proyecto macro, y cuando lo acabó hace unos tres años presentaron un libro sobre César Orquín junto al historiador Carles Senso. A partir de ese momento ya vi claramente que eso era un documental que teníamos que lanzar a través de lo que es los medios de comunicación audiovisuales.
- ¿Cómo analizas hoy la repercusión de El Kapo luego de su estreno?
- Creo que es lo que esperábamos, pero por mucho que esperábamos, no esperábamos tanta acogida y yo creo que el público en general, los diferentes targets de audiencia de público en directo que tuvimos fueron coincidentes todos. Les encantó, les enganchó desde el principio y no hizo falta aquello que cuando narramos las historias buscamos esas micro historias para enganchar, porque desde el principio al final creo que estuvo toda la gente totalmente poseída hasta que llegamos a la conclusión final. Además de eso, dada la tragedia y dada el descubrimiento y la reescritura de la historia a través de este relato, realmente estremecedor, la gente hizo una inmersión y al final, pues, esos sentimientos que están se pusieron en primer plano. Yo creo que ha sido exitosa este primer preestreno.
¿QUIÉN FUE CÉSAR ORQUÍN SERRA?
César Orquín Serra nació en 1914 en Valencia y murió en 1988 en Godoy Cruz, Mendoza, adonde llegó en 1950 para dejar atrás el horror de la guerra y la controversia, ya que los comunistas nunca le reconocieron sus logros.
- Cesar Orquín Serra, ¿cómo percibís al hombre detrás del personaje?
- No cabe duda que César Orquín Serra, el protagonista, fue un personaje realmente, aparte de un héroe, que eso lo hemos descubierto a día de hoy por las diferentes coyunturas que en la geopolítica mundial ocurren, que las ideologías a veces en vez de unirse, pues, distorsionan van por separado hemos aprendido mucho en este documental. Pero después esas sinergias que a veces toda una serie de iniciativas sociales, acaban fracasando, eso ocurra, lo que ha ocurrido en esta historia se ha repetido por desgracia en otras latitudes, en otros conflictos. Lo que no cabe duda, es que César Orquín, fue un gran personaje, fue una persona muy inteligente y gracias a su inteligencia, a su capacidad de gestión, a su conocimiento en diversos campos de ingeniería de las lenguas, supo manejar las SS, sabía alemán perfectamente era un avanzado y solo con esas características de personas y como después hemos visto aquí en Mendoza continuó siendo un líder en cualquiera de las iniciativas. Hizo posible esta gran epopeya épica si queréis llamarle porque fue capaz de salvar a estos deportados cuando realmente la historiografía mundial, las cifras oficiales nos decían otras cosas.
¿DE QUÉ TRATA “EL KAPO”?
“Hubo un valenciano que, por su condición republicana, en la década del 40 del siglo XX terminó en un campo de concentración nazi. En realidad era anarquista pero peleó en las fuerzas republicanas contra Franco. Y tras perder, como muchos otros españoles, fue deportado a campos de concentración nazis”, adelanta la gacetilla sobre el hecho que recupera este documental.
“Su condición cultural, su capacidad de hablar siete idiomas (incluyendo un perfecto alemán) y su personalidad, le permitieron ganarse la confianza de los SS y comandar un grupo de prisioneros compatriotas. Su dureza le valió enemigos. Pero su actitud le permitió mantener con vida a prácticamente todo el grupo: unos 400 prisioneros españoles que terminaron debiéndole la vida”, remarca sobre el heroico legado de Orquín, quien falleció -y he aquí su raigambre local- en nuestra provincia.