Con el taquillero actor Ben Affleck en el rol protagónico, el director Robert Rodríguez (famoso por “El Mariachi”, “Desperado” y “Miniespías”) dirige “Hipnosis: arma invisible”, una cinta de acción que llega hoy a las salas locales y cuenta la historia de un detective que busca a su hija desaparecida, mientras es atrapado por una compleja red criminal.
El cineasta Robert Rodríguez, que hace treinta años escribió y dirigió la exitosa “El Mariachi”, una producción de bajo presupuesto sobre un músico convertido en sicario con la que su nombre llegó a Hollywood, firma así un retorcido thriller, ideal para los amantes del cine de acción, que tiene como protagonista al protagonista de “Argo”.
La película, que se estrenó este año en el Festival de Cannes fuera de competencia, sigue a Danny Rourke (Affleck), un detective que, decidido a encontrar a su hija desaparecida, queda inmerso en un laberinto mientras investiga una serie de asaltos a bancos que desafían la realidad y con lo que acabará cuestionando sus más mínimas suposiciones con respecto a todo y a todos a su alrededor. Para eso tendrá la ayuda de una vidente, con la que descubrirá mucho más de lo que esperaba.
Rodríguez, que ha escrito el guion de “Hipnosis” junto a Max Borenstein (“Kong: Skull Island”, “Godzilla: King of the Monsters”), también es productor de la película con la que vuelve a los cines tras “Alita: Battle Angel” (2019), su ambiciosa historia de ciencia-ficción que protagonizó la también hispana Rosa Salazar y en cuyo guion y producción se involucró James Cameron.
“Empecé a escribir esta película en 2002. Estoy muy feliz de haberla rodado, es un sueño hecho realidad”, manifestó el realizador nacido en Austin, Texas, proveniente de una familia de inmigrantes mexicanos, en una reciente entrevista.
Por su parte, Ben Affleck aseguró que “lo que me convenció (de estar en esta película) fue Robert. Siempre quise trabajar con él. Es genial trabajar con alguien a quien admiras y que te incluye en su proceso”, manifestó.
El intérprete, que cuenta con dos Oscar en su vitrina (uno al mejor guion original por “Good Will Hunting” -1997-, que compartió con Matt Damon; y otro a la mejor película por “Argo”), viene de presentar en Netflix “Triple Frontier”, un thriller en el que estuvo acompañado por un elenco de nivel compuesto por Pedro Pascal, Oscar Isaac, Charlie Hunnam y Garrett Hedlund. Su último largometraje como director hasta la fecha es “Live by Night” (2016), una cinta en la que también fue el protagonista y donde compartió créditos con la actriz latina Zoe Saldaña.
El mexicano Rodríguez, que en su filmografía incluye títulos como “From Dusk Till Dawn” (1996), “Sin City” (2005), la saga de “Spy Kids” y la sangrienta “Machete” (2010), se refirió al volantazo que pegó en esta película con respecto a su anterior producción. Un cambio que se nota, principalmente, en las capas que tiene su guion y en el que denota la influencia que en él ha dejado Hitchcock.
Aunque admitió que siempre había querido hacer una película del estilo de “Vértigo” o “Psicosis”, nunca lo había siquiera intentado porque “no estoy seguro de saber cómo hacer esas películas”. Pero, finalmente, lo intentó. “Definitivamente fue un tipo de película diferente. De hecho, cuando se me ocurrió la idea por primera vez pensé: ‘Es una idea genial, debería venderla. Debería venderla porque alguien probablemente pagaría una buena cantidad de dinero para comprársela a otro director’. Pero luego me gustó cada vez más. Cuanto más pensaba en ello, cuantas más películas hacía, más empezaba a darme cuenta de lo que era”, admitió.
La idea fue “Hipnosis: arma invisible”, un título que llegó de entrada. Según contó en una entrevista, “no quería estudiar qué es la hipnosis, solo quería seguir adelante” y hacer algo más allá de eso donde ni siquiera sabes hasta el final de la película qué tan fuerte es esa habilidad, porque seguimos transformándola y revelando nuevas cosas”.
Para el director, esta posibilidad “te da mucha más libertad que un thriller tradicional, porque puedes alterar mucho las reglas”.
Al igual que muchas películas, el rodaje estuvo afectado por la pandemia de COVID-19 y por la falta de presupuesto. Echando mano a las herramientas disponibles, Rodríguez fue terminando una película que se nutrió de esas carencias, algo a lo que está acostumbrado.
