Con críticas totalmente divididas y en medio de un profundo cuestionamiento respecto a lo explícito de sus imágenes y el tinte machista, “Rubia” (Blonde) llegó este 28 de septiembre a Netflix. La película dirigida por Andrew Dominik tiene a Ana de Armas interpretando a la mítica Marilyn Monroe (o Norma Jeane Mortenson), pero no desde una mirada compasiva: la recordada actriz de Hollywood sufre en casi todas las escenas humillación y maltratos.
Vale recordar que el filme no es una biopic en el sentido estricto de la regla, ya que “Blonde” toma inspiración de la novela homónima de Joyce Carol Oates, es decir, retoma hechos poco razonables sobre la vida real de la protagonista de clásicos como “La comezón del séptimo año” (The Seven Year Itch, 1955) y “Una Eva y dos Adanes” (Some Like It Hot, 1959).
Si bien los críticos elogiaron la actuación de Ana de Armas, no así gran parte de la retorcida película, a la que llamaron “explotadora” y “deshumanizante”, sin un ápice de piedad por su personaje principal.
“Deslumbrante, demasiado larga e injusta, ‘Blonde’ hace un grave perjuicio a la mujer a quien pretende honrar”, dice la crítica de The New Yorker. “Es una película biográfica extraña y miserable. (Andrew) Dominik critica al mundo por reducir su tema a sus principales atributos, y luego la trata exactamente de la misma manera. Su Marilyn es una rubia sexy y entrecortada con problemas con su padre. Y eso es todo, amigos”, añade IndieWire.
“Blonde” tiene una particularidad para esta época. Fue calificada NC-17 por la Motion Picture Association (MPA) de Estados Unidos, es decir, que directamente está prohibida para menores de 17 años (es como el anterior “X” que se usaba para calificar contenido pornográfico). De allí que no existan límites en el retrato de Marilyn Monroe: hay violaciones explícitas, desnudos por doquier y hasta un feto que habla.
Qué pasó entre JFK y Marilyn Monroe
La escena en que el presidente John F. Kennedy abusa de Marilyn adapta una igual de cruda de la novela de Joyce Carol Oates, pero no está basada en ningún hecho real y comprobado. Lo que hace es expandir las versiones en torno al encuentro que tuvo la actriz en 1962 a solas con el líder estadounidense.
Nunca se supo la naturaleza de la cita a solas, tan solo que se desarrolló a puertas cerradas, según el testimonio de una persona del equipo del Servicio Secreto de Kennedy. Y desde ahí parte la imaginación de “Blonde”.
Casi en el tramo final del filme con Marilyn viajando de un lado para otro con la cabeza ya confundida por el alcohol y los sedantes, los agentes secretos del presidente de Estados Unidos recogen a una mujer tirada en el suelo del avión: “¿Vienen a detenerme?”, pregunta ella. Los dos hombres la meten en un auto, la mueven de acá para allá hasta dejarla en la cama de la habitación de un hombre semidesnudo.
La cámara enfoca en un primerísimo primer plano la cara de Marilyn y se corta justo cuando JFK procede a realizarse sexo oral. Ella, por supuesto, con los ojos llenos de lágrimas, tristeza y dolor.
Un feto que habla en “Blonde”
El director Andrew Dominik deja las sutilezas en otro lado y muestra un feto producto del CGI, que se vuelve más desagradable a medida que se repite en distintos momentos. Claro, hay dos embarazos interrumpidos de Marilyn en la película.
En una escena, la estrella recibe la presión de su feto en una reunión, que le habla y le recomienda qué hacer sobre su carrera profesional. Y en otra, ella corta las rosas en su jardín mientras el segundo feto la patea, incluso diciéndole: “¿Por qué me mataste la primera vez?”.
Pero, sin duda, la escena en que Marilyn Monroe se practica el último aborto ha despertado el mayor rechazo. En cámara, involucra fórceps que ingresan a la cavidad vaginal de la actriz, filmada desde el punto de vista de la vagina y haciendo énfasis en el sufrimiento. La actriz es culpada por la decisión.
Ante las críticas de un posible discurso en contra del derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, el cineasta explicó en The Wrap: “No creo que la película esté en contra de la elección profesional. No creo que lo sea en absoluto”.
La polémica ya está servida desde Netflix y seguramente crezca a medida que más usuarios descubran la tan anticipada película sobre una de las máximas figuras del cine de Hollywood.