La llegada de Benjamín Vicuña a Mendoza causó revuelo en la ciudad. Así como sucedió en pleno rodaje de la película “Papá al rescate”, en febrero y marzo del año pasado, la presencia del actor volvió a alterar la rutina mendocina.
Es que esta vez, Vicuña pasó por la provincia para ser parte de la avant premiere exclusiva del filme que protagoniza, dirigido por Marcos Carnevale y escrito por los chilenos Sebastián Freund y Rodrigo Muñoz.
Este proyecto chileno-argentino es una alianza entre las productoras Rizoma Films (Chile), Frontera Films (Mendoza), Leyenda Films (“Granizo”) y Corinthian Media, que vino a sumar un nuevo capítulo en la industria audiovisual local y luego del estreno en las multisalas nacionales en las próximas semanas, desembarcará en el catálogo de Netflix Latinoamérica.
No es un dato menor para la industria local y trasandina, dado que la coproducción busca afianzar lazos entre ambos países y sumar proyectos con figuras de la actuación.
Un papá en problemas
En un evento exclusivo para invitados y la prensa local el jueves pasado en Park Hyatt Mendoza, Benjamín Vicuña y parte del elenco de la película fueron parte de la previa, antes de su proyección en el teatro Independencia. Una avant premiere limitada para el público local, que no quiso perderse esta oportunidad.
Y entre medio de las luces de las cámaras y el asedio de la gente que buscaba una foto con él, Benjamín Vicuña habló sobre la película que lo devolvió a la pantalla grande, con la oportunidad de volver a trabajar en su país, pero también en Argentina.
“Argentina es mi segunda casa y en Mendoza me siento muy querido, muy respetado. Y la expectativa es que la película llegue lo más lejos posible. En Chile se transformó en un éxito y acá ojalá pueda verla toda la familia, pero no solo reírse, sino disfrutarla y reflexionar sobre el buen cine”, comentó a Los Andes el actor, que protagoniza el filme junto a Laurita Fernández.
En “Papá al Rescate”, la trama se centra en la vida de Nicolás (Benjamín Vicuña). A una semana de casarse recibe una carta donde se entera que murió la madre de su hija y debe recuperar la potestad. Para eso emprenderá un viaje alocado de Chile a Mendoza, acompañado de un grupo de amigos, donde se dan situaciones desopilantes y disparatadas.
La película es protagonizada por los actores chilenos Jorge Zabaleta, Fernando Larraín y Rodrigo Muñoz. Además de un elenco que se completa con artistas mendocinos, como la pequeña Nayaraq Guevara, quien hace su debut en el cine, Silvina Quintanilla, Guillermo Troncoso y Pinty Saba.
La trama es típica de una road movie, que busca distender al espectador con el paisaje, los diálogos y situaciones divertidas, pero a su vez propone reflexionar sobre los modelos de familia, la adopción y las relaciones humanas.
Claro que el rodaje en Mendoza no fue de lo más convencional para el elenco. Acostumbrados a los set de grabación, Vicuña, el director y sus compañeros debieron adaptarse a la hostilidad del paisaje y lograr el cometido que requería el guion: una aventura melodramática entre amigos.
-¿Cómo fue la experiencia de rodar en plena montaña?
-El rodaje fue intenso, vivimos el frío de la mañana, el calor del mediodía y el frío de la noche. Muchas veces semi desnudos, porque los personajes en esta comedia de aventura sufren un asalto y una serie de situaciones complicadas. Pero es un lugar hermoso, Mendoza tiene un multiset de lugares: la cordillera, el desierto, puede ser nieve, ciudad, los viñedos, un costado urbano. Es un lugar que se transformó en un polo audiovisual que tiene mucho potencial y ojalá que la industria siga creciendo, y que esto no sea solo una anécdota de toda una evolución que viene desde los ‘90. Porque inyecta dinero, trae recursos y tiene muy buenos artistas.
-Tu personaje tiene varios matices, ¿qué te llevó a elegir el proyecto?
-Tiene matices, tiene ternura, tiene sensibilidad. Si bien es una película familiar, tiene corazón e invita a la familia a pensar, a debatir en temas tan importantes como son la crianza monoparental, la evolución del rol del padre, la familia, la amistad. Es una película que entrega valores además de hacer reír. Y eso está bueno.
-Esta película te da la posibilidad de volver a trabajar en Chile y con grandes colegas, ¿cómo viviste ese regreso de trabajar entre amigos?
-Una gran juntada de amigos con pijama party, porque tuvimos con estos psicópatas locos lindos, compartiendo dos meses de trabajo, filmando todo el día. Se estableció un vínculo muy profundo que va más allá de esta película.
-La comedia dramática parece un género que está a tu medida, ¿hoy te inclinás más por la comedia?
-El “dramedi”, como dicen ahora. Me gusta, me parece que una buena película tiene que tener elementos de humor, pasajes dramáticos, tiene que tener corazón. Y esta película lo tiene. Pero no me gusta encasillarme, por suerte he experimentado todo tipo de géneros y me gusta ese actor con ese grado de diversidad. Es como elegir entre el teatro, el cine o la televisión. Prefiero moverme en diferentes aguas y no tener un preferido. Y con los géneros es lo mismo, la comedia es un género que me gusta, pero no cierro puertas a otras cosas.
-¿Qué proyectos te esperan para este año?
-Empiezo a rodar el 26 de febrero una película española que se filma en República Dominicana, en España y Uruguay. Trabajo y viaje, es parte del oficio. Es una buena combinación que me encanta, creo que es parte del ADN del actor: moverse y ser itinerante en su laburo.
De Mendoza a Netflix
“Papá al Rescate” es una de las primeras coproducciones con Chile que luego de su paso por las salas del país, que se estima será a finales de febrero, llegará al catálogo de Netflix.
La película ya es un éxito de taquilla en el país trasandino, y ocupa el tercer puesto de venta de tickets. Una comedia pochoclera, con un elenco a su medida, que busca mostrar no sólo los códigos de la sociedad chilena y argentina, sino que plantea una historia universal, en la que se puede identificar el público latinoamericano, teniendo en primer plano a Mendoza, como un lugar valioso para la industria audiovisual.