Después del escándalo entre Romina Uhrig y Yanina Latorre, se supo que quien iba a acompañar a la ex Gran Hermano en la salsa de tres, era, nada más y nada menos que Sol 2. La mujer trans que ganó popularidad gracias a la varita mágica de Marcelo Tinelli, y su singular carisma, la rompió, se ganó el elogio del jurado y logró lo que muy pocos, hacer llorar a Moria.
Con una coreografía que también involucraba a Sol 1, el trío/cuarteto logró una presentación, tal vez no de excelencia, pero con mucha carga emotiva que, al final, iba a hacer la diferencia.
Las devoluciones arrancaron con Ángel De Brito, quien las comparó con Lizy Tagliani. El conductor de LAM rememoró los inicio de la hoy conductora de Got Talent Argentina, quien, como Sol 1 y Sol 2, empezó paradita al costado de la pista del Bailando, como estilista de algunas famosas que participaban del certamen. Tinelli la vio e hizo su magia, claro que el talento de Lizy hizo el resto.
Pero el momento más emotivo llegó de la mano de Moria Casán, quien rompió en llanto al hablar de la realidad de las mujeres trans. “Yo estuve siempre al lado de la marginalidad” contó “la One” y empezó a relatar su vínculo con personas trans.
Moria recordó otras épocas en las que “mi misión en la vida era ir a las comisarías a sacar a mis amigos bailarines”. “No quiero ser la gurú de nadie ni la feminista”, soltó la jurado del Bailando mientras se secaba las lágrimas.
“No sé por qué lloro tanto. Si querés llorar, llorá” lanzó la actriz y vedette, haciendo referencia a una de sus frases más icónicas. En la pista, Marcelo y las Soles no podían contener las lágrimas.
“Entiendo la lucha, las quiero, las respeto y voy a estar siempre al lado de ustedes” les dijo Moria a las mujeres que de a poco se ganaron el corazón del público y del equipo del Bailando. Una vez más, Marcelo Tinelli hizo su magia y descubrió diamantes en bruto, entre la gente del público.
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