La noticia de la llegada de Leo Messi a Miami hizo que todos los argentinos nos movilicemos para saber más sobre el club en el que jugará y quienes van a corear el nombre del capitán del seleccionado y ahí entra en valor el nombre de Edgardo Jorge Cascardo.
Cachito, como se lo conoce desde que llegó a Miami dejando detrás su amor por All Boys, decidió probar suerte en Estados Unidos, a donde llegó en 2015 y empezó a pintar paredes para hacer base.
Muchos lo comparan con Ricardo Fort y es que con el Comandante tienen algo en común: su fascinación por Miami y la ostentación del ocio permanente.
Desde su llegada, a los 40 años trabajó el cuerpo. Mejoró sus tatuajes, también, pero su marca registrada no son los chocolates sino los asados. Los hace hasta en su barco de 41 pies, donde tiene fotos con Dibu Martínez, el Checho Batista, Pablo Lescano o Ulises Bueno.
La figura de Cachito se hizo conocida cuando anticipó en 2022, previo al mundial, que el destino de Messi estaba dibujado: “Hace rato que lo vengo diciendo, hay un 98, 99 por ciento de posibilidades concretas de que Messi esté acá en julio de 2023. De hecho, tengo el rumor de que va a ser accionista, además de jugador”.
La respuesta a porque sabía tanto se resume en que estaba en el momento justo. Cuando el Inter desembarcó en la MLS, Cachito fue convocado para el armado de la hinchada. Aprovechando la colonia latina de Miami, David Beckham pensó en una hinchada que caracterice al equipo.
El armado de la hinchada del Inter de Miami
“Me habló un chico, Cris, un pibe de Central. Me dice: ‘mira que viene el Inter de Miami, hay que armar la barra’. Y bueno, empezamos a comprar bombos, el club nos aceptó, entendieron lo que era el folclore y colaboraron un poco.
La hinchada que lidera Cachito tiene ciudadanos ecuatorianos, chilenos, hondureños y otros argentinos. La violencia allí no está en el fútbol: los tiroteos se dan porque cualquiera puede tener un arma, cargarla y usarla como en las películas de cowboys. Sin embargo, Cachito tuvo derecho de admisión por algo menos violento.
“A mí me suspendieron seis meses de la liga, una locura mía. Llegamos a Orlando en caravana, un montón de autos. Es un clásico Miami - Orlando, es como un Boca - River en la MLS, llegamos con las banderas custodiados por la Policía, acá no quieren quilombo, y nos puteaban de arriba de los edificios. Entonces yo me bajé los pantalones, me buscaron por las cámaras y me sancionaron”,
Las canciones que Messi va a escuchar, tienen ADN de canchas argentinas, aunque adaptadas. “Dicen que estamos locos de la cabeza, pero al rosa y negro no le interesa es una de las más aclamadas. La barra del Inter, claramente, no es una barra brava como la que Cachito conoció de cerca, cuando alentaba en Floresta.
Cachito está convencido que la barra del Inter Miami tiene un colorido especial. “A veces suena el teléfono y avisan que Beckham viene a ver el partido y llega lo ve con nosotros, en la barra. Le encanta, no lo puede creer”, aclamó