Fran Drescher se ha ganado reconocimiento como actriz gracias a su papel en la icónica serie de televisión “La Niñera”. Sin embargo, su vida ha estado llena de desafíos después de alcanzar el éxito. A sus 65 años, ha superado numerosos obstáculos para mantenerse en forma y saludable.
En las plataformas de redes sociales, Fran Drescher muestra con orgullo su envidiable figura y comparte su participación en diversos eventos benéficos, donde es una colaboradora habitual.
Después de más de dos décadas de matrimonio, Fran Drescher y Peter Marc Jacobson se separaron en 1999 luego de que él revelara su orientación sexual.
Esta experiencia personal sirvió como inspiración para la serie de comedia “Happily Divorced”, estrenada en 2011 y que disfrutó de dos exitosas temporadas en televisión.
Actualmente, tanto Drescher como Jacobson mantienen una armoniosa relación y en sus respectivas redes se muestran muy unidos.
En 2014, Drescher se casó con el científico estadounidense de origen indio Shiva Ayyadurai en una ceremonia privada. Pero finalmente el vínculo se quebró en septiembre de 2016.
Tras La Niñera, Fran actuó en diversas sitcom y hasta prestó su icónica voz a la serie de películas animadas Hotel Transylvania, junto con un papel protagónico en la adaptación de Broadway de Cinderella.
La artista también dedicó desinteresadamente una enorme cantidad de tiempo y recursos a varios fondos benéficos, incluidas organizaciones benéficas relacionadas con la investigación del cáncer y el VIH/SIDA.
Fran Drescher: cómo fue su vida después de La Niñera
Antes de que su papel principal en la noventosa comedia La Niñera le valiera dos nominaciones al Emmy y dos nominaciones a los Globos de Oro, los inicios de Fran Drescher a la fama fueron en su debut como actriz en Saturday Night Fever de 1977 junto a John Travolta, y una pequeña aparición en el clásico falso documental, This Is Spinal Tap, de 1984.
Al igual que tantos otros artistas, la neoyorquina también tuvo que escuchar en su infancia que no era, ni nunca sería, lo suficientemente buena como para triunfar.
Un profesor le dijo en el instituto que tenía que arreglar su característica voz, si quería triunfar como actriz. Estaba en Queens, en su barrio natal, y se negó a renunciar a sus sueños y ella solía repetir una frase que la ayudaría en el futuro “Si no encuentras tu sitio, créalo tú misma”.
En 1993 irrumpió en la televisión estadounidense con la serie ‘La niñera’, una de las sitcoms más famosas de los años 90, en la que una mujer entra a vivir a una mansión como niñera residente, y desarrolla un ida y vuelta con fines amororos, con un padre viudo (Charles Shaughnessy), y también forja una relación maternal con los hijos de este.
En esta época, Drescher no era para nada feliz y aseguró que llegó a perder más de 13 kilos: “Cuando me veo tan delgada en esos capítulos recuerdo lo infeliz que era. Había un tiempo en el que estaba llegando al agotamiento, entre ensayos, grabaciones, sesiones de escritura y convocatorias de prensa”.
Además, en los años 80 un durísimo episodio la marcó a fuego. Mientras estaba en su casa con su esposo y una amiga, dos ladrones ingresaron a su casa.
Uno se encargó de destrozar su hogar y robar lo que pudo, mietras que el otro a punta de pistola, desnudó a las dos mujeres y las violó.
Antes, el sujeto obligó a Peter Jacobson a presenciar las violaciones. “Sufrí un trauma y durante años no analicé cómo me había afectado a nivel emocional. Simplemente seguí con mi vida”, aseguró Fran en su libro autobiográfico Enter Whining.
Ni bien comenzó el año 2000, el fin de La Niñera fue inmediatamente seguido de una serie de complicaciones médicas y diagnósticos contundentes, cuando los médicos le dieron la confirmación que padecía cáncer de útero.
Finalmente, pudo curarse definitivamente gracias a una serie de tratamientos que la ayudaron a vencer ese obstáculo.
Además, pudo vencer otros que ella misma se puso en su cabeza: “No me alegro de haber tenido cáncer o de haber sido violada, y no se lo deseo a nadie, pero soy mejor persona por ello e intento tomar el camino adecuado para mejorar en cada oportunidad posible”, asegura Fran Drescher.
