Andrea Tenuta, la inolvidable Matilde Musicardi en la película Esperando la Carroza, vive desde hace más de dos décadas en Madrid, donde se mudó tras casarse con el director de cine español José Luis Garci.
La actriz y cantante uruguaya no puede evitar que muchos la recuerden por su frase célebre en Esperando la Carroza: “Mamá, dice doña Elisa que nos vayamos todos a la mierda”.
A Andrea le es inevitable que la gente la reconozca y salude en las calles madrileñas. Incluso los fans siguen replicando los memes que se generaron tras su frase icónica o sus caras en la producción lanzada en 1985.
Andrea Tenuta, que creció en el seno una familia de artistas, quería estar segura de que la actuación era lo que realmente le gustaba y no lo que simplemente todo el día la rodeaba. Entonces empezó a estudiar en secreto mientras sus padres trabajaban y se dio cuenta de que sí, esa era su vocación.
Hija del recordado actor Juan Manuel Tenuta y de la actriz Adela Gleijer, nació en el Hospital Italiano de Montevideo el 12 de febrero de 1958, por lo que en algunos meses cumplirá 66 años.
Andrea ya había visto la obra teatral Esperando la Carroza en Montevideo y luego la vio muchas veces en Buenos Aires, porque sus padres la protagonizaban.
Tantas veces la vio, que recordaba todos los diálogos de memoria. Y un día, cuando conoció a Alejandro Doria, le dijo: “Hola, yo soy Matilde Musicardi”.
Desde entonces, no dejó de trabajar. No solamente en las pantallas grande y chica, sino también en los musicales. Protagonizó Cabaret, en 1988, y la exitosa Arráncame la vida, a puro bolero con Chico Novarro.
La última vez que actuó fue porque su marido se lo pidió especialmente. Fue para el thriller Holmes & Watson. Madrid Days en 2012, hace ya más de una década.
Andrea Tenuta se alejó de los flashes
En el año 2000 conoció al director español José Luis Garci en un evento en la Embajada de España. Fue amor a primera vista, que se fortaleció a través de cartas que volaban de Madrid a Buenos Aires y viceversa.
Un año después ya se mudaron juntos en Madrid y en 2004 se casaron y ahí cambió su vida. Andrea Tenuta prefiere evitar la exposición y por eso no tiene redes sociales. Además, prefiere usar su tiempo libre para leer un libro tras otro y mirar películas.