La reconocida actriz Graciela Stefani es recordada por toda una generación de jóvenes por ser parte de la exitosa serie juvenil ‘Floricienta’ protagonizada por Florencia Bertotti y Juan Gil Navarro. Stefani interpretó a ‘Malala’, mostrando sus dotes artísticos para la comedia.
En la actualidad, Graciela Stefani tiene 60años de edad, y comenzó su carrera en los medios desde muy pequeña. Además de la actuación en ficciones, también ama la música y el teatro. Luego de varios años de trayectoria, en 2004 fue parte de ‘Floricienta’, tira creada por Cris Morena que representó un gran éxito en la pantalla chica.
Tras dos exitosas temporadas, Graciela Stefani tomó la decisión de brindar un “Taller de actuación”, junto a Gerardo Chendo, con quien además codirigió varias comedias escritas para el teatro. Una de sus últimas apariciones en los medios, fue en El Trece con ‘Noche y Día’.
Además, a través de sus redes sociales, la actriz se describe como una Artista y Coach Ontológico con especialización en Neurociencia. En Instagram, Stefani tiene más de 51 mil seguidores y es una persona muy activa en la plataforma, ya que activamente publica parte de su trabajo con el coacheo personal.
En una entrevista con La Nación, la artista reveló que fue convocada por un profesor de teatro para formar parte de un grupo de creativos que acompañaba a Julio Strassera y Luis Moreno Ocampo en el primer juicio oral y público a las Juntas y que, quizá por eso, todavía no pudo ver la película Argentina 1985.
“No sabía ni lo que estaba haciendo porque no era militante, ni activista, ni nada. Eso fue fuertísimo para mí y con los años me di cuenta que tengo el don de poder acompañar al otro para que logre su deseo. Nos juntábamos en una casa en Villa Devoto, llegábamos escondidas y nos mostraban en Súper 8 cómo chupaban a las personas y veía las fichas de los desaparecidos”.
Como parte de este relato, la actriz contó que se dio cuenta que estaba viviendo una realidad que desconocía por completo. “No tenía compromiso político y me enteré ahí. Me acuerdo que mi primer novio tenía un Ford Falcon rojo, y mi papá casi lo saca carpiendo, pero el chico no tenía nada que ver, simplemente tenía ese auto porque se usaba y le gustaba y nada tenía que ver con los horrorosos Falcon verdes”.
Esa vivencia con el grupo creativo fue tan fuerte para Stefani que terminó haciendo terapia con ataques de pánico. “Había como una negación a darme cuenta lo que sucedió. La psicóloga me hizo ver que yo sentía miedo y ahí me cayó la ficha”.