Cinthia Fernández ha hecho de su hogar un lugar verdaderamente especial. Esta vivienda, situada en un exquisito barrio privado en la zona norte de Buenos Aires, es un espacio idílico donde la artista comparte su vida junto a sus tres hijas: Charis, Bella y Francesca.
La casa, de dos pisos, se erige como un lugar luminoso y espacioso, repleto de ambientes que la bailarina disfruta capturando en fotografías para compartir en sus redes sociales.
Sin escatimar en comodidades, la propiedad está dotada de un gimnasio completamente equipado, un lugar ideal para mantenerse en forma y continuar con su rutina de ejercicios.
No obstante, más allá de las áreas internas, el lugar se destaca por su magnífico patio, que se adorna con una fabulosa piscina, un jacuzzi y una galería decorada con una pérgola de madera.
Este espacio exterior se convierte en un remanso de paz y esparcimiento, especialmente durante los días cálidos, donde la familia disfruta de momentos entrañables y alegres con amigos y seres queridos.
Cinthia, orgullosa de su hogar, ha mencionado en múltiples ocasiones el arduo esfuerzo que ha dedicado a la decoración del lugar, imprimiendo su estilo personal en cada rincón de la casa.
Una de las transformaciones más significativas que llevó a cabo fue sellar el jardín por completo, una decisión ingeniosa que permitió que la familia pudiera disfrutar del espacio al aire libre incluso durante el invierno.
El patio, además de ser el lugar favorito para compartir y relajarse, se ha convertido en una de las estampas más recurrentes de las publicaciones de Cinthia en las redes sociales.
A través de estas plataformas, comparte instantes de su día a día, dejando entrever la cotidianidad de la vida en su hogar.
La residencia de Cinthia Fernández es mucho más que una casa lujosa y espaciosa; es el escenario de los momentos más preciados y significativos para ella y sus hijas, un refugio donde la familia se reúne, comparte risas, crea recuerdos y se sumerge en la comodidad y la calidez de un hogar realmente acogedor.