Carlos Saúl Menem pasó gran parte de su vida en La Rosadita, una residencia ubicada en la localidad riojana de Anillaco que se ganó su nombre en honor a la Casa Rosada. Ahora le pertenece a Zulemita Menem, pero es manejada por el Municipio.
La construcción de esta casa comenzó en 1985 y tardó 12 años en completarse. Hoy en día, es uno de los destinos turísticos más visitados en La Rioja. Su diseño presenta un estilo tradicional que evoca la arquitectura de las antiguas casas de campo.
Esta casona ocupa una esquina en un terreno de más de una hectárea de extensión, con un área construida de 1000 metros cuadrados, de los cuales la mitad se dedican a las galerías. Los espacios interiores transmiten una sensación de familiaridad, especialmente la cocina y la sala de estar.
Los arquitectos responsables de la construcción fueron Hernán Maciel y Alberto Rosi. Para realizar la obra tuvieron en cuenta las numerosas visitas del padre de Zulemita. Por ello, incorporaron una casa exclusiva para huéspedes y una sala de reuniones al diseño original.
La parte izquierda de la casa albergaba dos de los cuatro dormitorios, destinados exclusivamente para las visitas al expresidente.
Detrás de la casa, se encuentra una zona de relajación y actividades deportivas, que incluye una piscina, sauna, sala de descanso y una cancha de tenis. A su vez, cuenta con un quincho con techo de cañizo, dos mesas, una parrilla y un pequeño horno de barro.
La Rosadita ha sido testigo de numerosas personalidades que la han visitado a lo largo de los años. Uno de los momentos más destacados fue el primer encuentro entre Carlos Menem y Cecilia Bolocco, quien en 2001 se convirtió en su esposa.
Posee una pista de aterrizaje propia
Además de la casa, otro elemento que generó polémica fue la construcción de una pista de aterrizaje en 1997, que se ubicaba a 800 metros del lugar. Esta posee 2400 metros de longitud y 40 de ancho, y le permitía a Carlos Menem aterrizar con el avión presidencial.
Esta controvertida construcción llevó al pedido de juicio político contra Carlos Menem por presunto mal desempeño y posibles delitos en el ejercicio de sus funciones.
A lo largo de los años, la pista tuvo un uso limitado, con excepción de vuelos esporádicos de funcionarios y políticos. La última vez que tuvo notoriedad fue cuando Alberto Fernández aterrizó en la pista antes de visitar La Rioja.