A una semana del estreno de “El gerente”, la nueva comedia dirigida por Ariel Winograd, las críticas no dejan de elogiar esta producción de la plataforma Paramount+, que se suma a las películas argentinas que por estos tiempos copan la cartelera y el streaming.
La primera producción nacional de la plataforma tiene como artífice el director, que conforma una nueva generación de cineastas. Entre ellos, Winograd se vincula especialmente con la comedia, un género que le sienta justo.
Y la historia de “El gerente”, protagonizada por Leo Sbaraglia, Carla Peterson y Luis Luque, es un relato ideal, donde la realidad supera a la ficción ampliamente, y en donde el director combina eso que le atrapa: contar una historia con la que el público pueda entretenerse, pero también sentirse identificado con lo que vivan los personajes.
A sus 45 años y con un puñado de varias comedias taquilleras como “Mamá se fue de viaje”, “Permitidos”, “El robo del siglo” y la primera experiencia para streaming “Hoy se arregla el mundo”, ahora vuelve a tomar como base una historia real.
“El estreno por las plataformas es diferente, hay un cambio de hábito, a uno le encantaría que se pudiese pasar por el cine, pero depende de cada proyecto. En este caso era un proyecto pensado para el streaming”, cuenta el director.
Una arriesgada promoción y una segunda oportunidad
Basada en el libro “El gerente de Noblex”, la película toma la historia real de la campaña publicitaria más arriesgada de la Argentina, en plena clasificación al Mundial de Fútbol de Rusia 2018.
En la cinta, el protagonista es Álvaro (Leo Sbaraglia), un gerente de marketing que hace tiempo perdió la gracia y se encuentra anestesiado por la rutina. Separado, padre de un hijo adolescente con quien apenas puede mantener un diálogo, aburrido en un trabajo sin desafíos y un cuerpo que empieza a sufrir las consecuencias, su vida ha entrado en un largo stand by del que tendrá que despertar cuando Manganaro y Federica (el dueño de la empresa y la nueva gerente general estrella, le exigen innovar sus mediocres campañas de venta.
La campaña pone a su marca líder de televisores en el centro de la escena mediática y a Álvaro en la cuerda floja: desde ahí tendrá que revisar cuáles son las cosas importantes que está a punto de perder y debe recuperar. La estrategia resulta por demás arriesgada: si Argentina no clasifica para el Mundial de Rusia 2018, quienes compren un televisor se queda con él y se le devuelve el dinero. Todo parece ideal solo por el detalle: que en el último partido de esas eliminatorias un gol de Ecuador está dejando al equipo afuera de la Copa a los 38 segundos de juego.
-¿Cómo llegó la propuesta para hacer la película?
-La propuso Federico Cuervo, quien nos convocó porque compraron los derechos del libro “El gerente de Noblex”, que fue una campaña que surgió en 2017 en Twitter. A partir de una promoción de la marca Noblex, que si la Argentina no clasificaba, a la gente que le había comprado los televisores le devolvían la plata. Lo que sucedió es que la Selección tenía cuatro partidos y venía bastante flojo. A partir de ahí trabajamos con Natali Caviron, Axel Kuschevatzky en pensar qué película queríamos contar, tomando esta idea y contar la historia de un tipo planchado, que estaba apagado. Queríamos contar una historia sobre las segundas oportunidades en la vida. Y ahí se convocó a Patricio Vega para que escriba el guion y así fue el proyecto.
-El estreno llega en la previa de un nuevo mundial, y a su vez presenta una historia real y un personaje que es actual para los tiempos que se viven.
-Sí, creo que muchas veces pasa que hay gente que trabaja en corporaciones, que terminan sintiéndose asfixiados y olvidándose de sus deseos personales, sus motivaciones. En un punto la película habla sobre eso, de buscar la felicidad y la vocación.
-Es una constante en tus películas el lugar del antihéroe.
-Depende de cada personaje. Sí hay algo en común, que es contar una historia de antihéroes que hacen cosas extraordinarias, o que les suceden cosas extraordinarias. Y eso termina modificándose emocionalmente en sus acciones para encontrar su verdadero objetivo en la vida.
-¿Cómo te llevás con el desafío de dirigir una historia real nuevamente?
-Me encanta la idea, porque a veces la realidad supera la ficción y tomar historias reales para construir ficción me parece muy rico.
-En este caso ¿hay más ficción que realidad?
-Hay una parte de mucha ficción en la narrativa y los personajes. Y es más real lo que sucedió en la historia de la campaña.
-Volvés a trabajar con Leo Sbaraglia, ¿fue decisión tuya el elenco de esta película?
-Surgió la idea, con Leo ya trabajamos y tuvimos una hermosa experiencia. Y cuando surgió el proyecto, Leo leyó el guion y le encantó. Y lo mismo pasó con Carla y con varios actores del elenco con los que había trabajado. Y obvio que cuando conocés a los actores con una buena experiencia, te dan ganas de repetir eso.
-¿Qué desafío te planteás en una nueva comedia?
-El desafío es seguir haciendo comedia. Yo no puedo plantear mi estilo, sería un poco soberbio decir que tengo un estilo dentro de la comedia. Me gusta contar historias, en las cuales los espectadores y yo puedan identificarse.
-Es un momento con varios estrenos argentinos exitosos, ¿crees que es un buen momento del cine argentino?
-Creo que hay películas particulares que la gente quiere verlas. Es un saldo muy positivo, tanto como con lo que sucede con “Argentina, 1985″ como con “30 noches con mi ex”, que son películas convocaron una interesante cantidad de espectadores, que se va recuperando de a poco. Eso es súper positivo.