Morena Rial habló por primera vez de su adopción y reveló que sabe quién es su madre biológica. La mujer se llama Azucena Luna, es de Tucumán y tuvo a la joven cuando tenía 20 años, que fue cuando se la dio en adopción a Jorge Rial y Silvia D’Auro, los padres adoptivos de la mediática.
La madre biológica de More accedió a hablar por teléfono con LAM (AméricaTV) y dio su versión sobre la adopción. En la nota se mostró arrepentida de haberla entregado a otra familia y confesó que nunca conoció a Jorge Rial.
Según contó, Luna estaba de siete meses cuando conoció a Silvia, pero asegura que nunca vio ni habló con Jorge Rial. En todo momento se manejó con D’Auro y la madre del periodista, ya que vivió en su casa los últimos meses de embarazo.
Previo al nacimiento de Morena, Azucena vivía en una pieza con sus hijos, los hermanos de Morena. “Me quedé embarazada cuando no deseaba tener otro hijo y el hombre que estaba a la par mía siempre lo negaba”, explicó la mujer.
A Silvia D’Auro la conoció por la mujer para quien trabajaba. “La señora se hizo presente acá (por Tucumán) y me llevó a hacer los estudios y chequeos del embarazo y pasó lo que pasó”, relató.
Pero Azucena se enteró que su hija es la hija adoptiva de Rial cuando vio fotos en una revista. Azucena pudo dar cuenta de la situación cuando vio imágenes del casamiento de D’Auro y el conductor, donde también habían fotografías del bautismo de Morena.
La madre biológica de Morena Rial se arrepintió de darla en adopción
Lo que sorprendió a todos es que Azucena reveló que dudó en dar a su hija en adopción y la ex de Rial la confrontó. “Yo le decía que no le iba a dar mi bebé”, dijo la mujer y del otro lado recibió una actitud violenta.
“Vos diste tu palabra y la vas a cumplir, sino voy y traigo a tus dos hijos de Tucumán, los criamos nosotros y vos te vas a olvidar de tus hijos”, habría sido la amenaza de D’Auro cuando la mujer se habría arrepentido de dejarla con ella y su marido.
Luego, le preguntaron sobre cómo ve la relación de Rial con su hija y si alguna vez intentó hablar con él: “No quiero dirigirle la palabra a ese hombre. Al ver cómo trata a mi hija no quiero hablarle”. “La veo suifrir y me duele mucho”, añadió.
Además, confesó que tiene miedo de que pueda tomar replesalias: “Me da miedo, no quiero que después de tantos años venga a arruinar mi vida”.