La cuestión del tamaño siempre es un tema más o menos recurrente entre hombres de todas las edades, sin embargo muchos deciden pasar de las palabras a la acción buscando formas, métodos o estrategias para conseguir mayor tamaño, respondiendo a anuncios de productos y procedimientos para agrandar el pene, llevándolos a explorar una gran cantidad de bombas, píldoras, pesas, ejercicios y cirugías que afirman aumentar la longitud y el ancho del miembro.
Sin embargo, no hay suficiente evidencia científica que respalde el uso de estos métodos no quirúrgicos para agrandar el pene. Además, ninguna organización médica confiable avala la cirugía de pene por motivos puramente estéticos.
“Hace unos meses analicé detenidamente el más detallado estudio sobre el tamaño del pene hasta la fecha, y si lo pudiéramos asemejar a un juego de dados, yo cuatro. Eso significa que no es lo suficientemente grande como para provocar estragos en el sexo pero tampoco es tan pequeño; estoy percentil 62 con 15 centímetros de largo, pero quería verle crecer y aumentar su calibre. Así que me entregué a un tensor alargador para ver si funcionaba”, comienza contando Grand Stoddard en la publicación masculina de origen estadounidense Men’s Health.
“Mi búsqueda más reciente reveló que solo hay una forma no quirúrgica que tiene respaldo científico; la tracción, también conocida como un extensor de pene. Un término que se usa para mover los dientes, alargar las extremidades y descomprimir las vértebras, y que se puede aplicar al miembro con buenos resultados” adelanta en el artículo.
Lo cierto es que las empresas ofrecen muchos tipos de tratamientos no quirúrgicos para agrandar el pene. “Suelen publicitarlos con avisos que parecen serios e incluyen pruebas de investigadores científicos”, analiza el portal de la Clínica Mayo, y agrega: “Si miras con detenimiento, verás que las afirmaciones de su seguridad y sus buenos resultados no están comprobadas. Y estos productos pueden contener ingredientes peligrosos que no figuran en la etiqueta”, asegura.
La página de la prestigiosa Clínica asegura también que con tal de vender, las marcas pueden usar datos que no son exactos y fotos cuestionables del “antes y después”.
Dos estudios diferentes, uno de 2009 y otro de 2011, descubrieron que los voluntarios que se sometieron al método del tensor alargador vieron un aumento de longitud promedio de dos tercios de pulgada, lo que equivale a más de un centímetro y medio. Pero había un problema; las ganancias implicaban tener el pene estirado como un chicle hasta nueve horas al día durante un período de tres meses. En pocas palabras, se necesitaba demasiada motivación para generar potencia sexual y una erección sostenida.
En qué casos puede funcionar
Algunos hombres conviven con una condición peneana que dificulta las relaciones sexuales. Se trata de la peyronía, nombre que se le da al desarrollo de tejido cicatricial dentro del pene, y puede hacer que se doble con el tiempo, produciendo disfunciones debido a las erecciones dolorosas. Hace unos años, el urólogo de Mayo Clinic Landon Trost descubrió que los pacientes de peyronía que usaban dispositivos de tracción los encontraban incómodos, y que dichos dispositivos no ejercían suficiente fuerza en ellos. Así que desarrolló su propio dispositivo desde cero: el RestoreX.
“En un ensayo aleatorio, seis pacientes de Peyronía habían visto aumentos de longitud de entre 1 y 1,75 pulgadas, y solo tenían que usarlo durante máximo 90 minutos al día durante tres meses” asegura Grand Stoddard en Men’s Health, quien luego relata con detalle el modo de uso y los resultados del artefacto.
Cuánto alarga un dispositivo de tracción peneana
El extensor de pene puede alargar en tamaño del pene, como mucho, 2 centímetros. “Hay que ser constante y usarlo como mínimo 2 horas al día (cuanto más, mejor), cada día, durante unas 14 semanas” asegura el portal de Vigora Clinic.
Según esta publicación, existen estudios que demuestran que el uso del extensor ayuda a aumentar la longitud. Desde un punto de vista médico, el extensor se aplica en esta indicación en dos situaciones: 1. cuando un hombre quiere aumentar el tamaño de su pene y 2. cuando un hombre -habitualmente operado de cáncer de próstata- quiere conservar el tamaño de su pene.
Existe una tercera situación, que serían aquellos hombres operados de una prótesis de pene en los que hay que retirarla por infección. De igual manera que en los hombres con cáncer de próstata, el extensor de pene nos ayudaría a evitar la retracción del pene.
Tipos de extensores de pene
Hay dos tipos principales de dispositivos de tracción peneana, en lo referente al mecanismo de fijación al pene. “El primero son los alargadores de pene del tipo androgenital que “fijan” el glande a través de una banda plástica, ahorcándolo. El segundo tipo de extensor fija el glande a través de una campana de succión. Es como si succionara el glande, y tira de él”, explica Eduardo García Cruz, urólogo especializado en sexualidad masculina.
Productos de alargamiento peneano
“Las píldoras para alargar el pene no funcionan y no hay ninguna evidencia científica que haya demostrado su eficacia”, subraya la página Quirón Salud. Además de los alargadores mencionados, están las bombas de vacío que permiten rellenar el pene con sangre venosa mediante un proceso de succión causando una erección artificial. Esta técnica está recomendada en casos de la cirugía de cáncer de próstata o Peyronie para originar un estímulo sanguíneo. El paciente debe colocarse un anillo en la base del pene para evitar la pérdida de sangre de los cuerpos cavernosos. Este anillo debe retirarse a los 20-30 minutos máximo para evitar lesiones significativas en el pene. Los ejercicios con la bomba de vacío tienen el objetivo de realizar estiramientos del pene pero no consiguen un alargamiento real del mismo.
Los estiramientos continuos del pene a través de ejercicios (jelquing) pueden conseguir un mínimo efecto después de un largo tiempo de ejercicio.
“En resumen, ninguna técnica no quirúrgica ha demostrado hasta el momento actual conseguir alargamientos eficaces” asegura el mismo portal en tanto aclara “En relación con la cirugía, la técnica más utilizada es la sección del ligamento suspensorio del pene que es el que sujeta el pene desde el hueso púbico hasta su parte interna que es la que se introduce en la región pélvica”.
En este sentido, Francois Peinado, médico especialista en salud masculina, recomienda hacer una liposucción. “En realidad, no se alarga el pene sino que se saca del abdomen. Otra técnica que puede complementar esta cirugía es una escrotoplastia dado que hay pacientes que presentan escrotos con mucha piel que tiende a esconder parte del cuerpo del pene”.
Otras medidas generales son recortarse el vello púbico y hacer ejercicio puesto que puede conseguirse adelgazar mejorando el aspecto estético abdominal. En resumen, la mayoría de los tamaños de los penes están dentro de la estadística de lo normal, aunque algunos hombres no se sientan cómodos con su tamaño, por lo que “es normal resultando muy difícil conseguir un alargamiento real excepto con la cirugía”, concluye Peinado.