Hace dos semanas, Gran Hermano Chile comenzó su segunda edición. Esta vez, el reality decidió hacer algunas modificaciones en el juego y ya generó la primera polémica, que terminó en una renuncia masiva de jugadores.
Tras la introducción del sótano, donde deben vivir en condiciones inhumanas quienes pierdan la prueba semanal, los participantes se vieron ante una inesperada situación en la que no les brindaron comida por días.
Por este motivo, quienes estuvieron obligados a vivir allí tomaron la peor decisión posible contra el canal y decidieron abandonar el juego, dejando solo la mitad de convivientes dentro de la casa.
Los participantes que habitaron el sótano mostraron sus ganas de abandonar el programa pese a que solo están hace 10 días. Una de las que más énfasis puso en esto fue Linda, quien manifestó a los gritos: “No nos quieren dar comida tres días, tres días sin comer. ¿Vos creés que es eso es humano? Eso nos dijeron. Yo voy a juntar mis cosas, que me traigan mi maleta por favor. Necesito mi maleta porque no la tengo acá. Yo mañana me voy”.
Por su parte, en otro sector de la casa, Camila le expresó a Daniela (primera eliminada del certamen por voto del público): “O sea wey, yo no firmé para esto. Bueno, me siento una mierd... Dijeron que no y que ‘el que no le gusta la wea, que agarre sus cosas y se vaya. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Nos ponemos todos de acuerdo y renunciamos todos?”. Y, efectivamente, un grupo numeroso tomó la decisión de abandonar la casa.
Ante esta situación, Gran Hermano les mandó un contundente comunicado. “Lamento profundamente que hayan tomado la decisión de abandonar la casa. Vuelvo a manifestar mi pesar ante esta decisión que han tomado, la cual puede ser repensada hasta hoy a la noche”.
“Los invito al sector intermedio a retirar las maletas para guardar en este momento sus pertenencias”, concluyó el comunicado que se leyó en el espacio común.
Todo fue parte de un reto
Si bien todos los concursantes del sótano tomaron sus cosas, prepararon las maletas y se despidieron del resto de la casa para desfilar hacia la puerta grande, apunto de salir, se escuchó la voz del dueño de casa anunciando que habían superado el desafío que les dieron.
Producto de su gran actuación, los integrantes del equipo perdedor de la semana ganaron una cena y comida suficiente para afrontar los días restantes hasta la próxima prueba física, que se disputa cada martes.