El joven, que decidió cerrar su negocio porque “los que atendían estaban todo el día fumando y tomando”, ahora pasa sus días cuidando a sus hijas gemelas y trabajando como influencer, participando en programas de streaming y televisión.
Thiago Medina y su pareja, Daniela Celis, han encontrado un nicho lucrativo en las redes sociales. Ambos se dedican por completo a crear contenido para marcas importantes, logrando así ingresos significativos.
Recientemente, causaron furor en las redes con una colaboración para una conocida marca de bebida cola. Thiago, lejos de tener un empleo tradicional, obtiene sus ingresos a través de su trabajo como influencer.
Sus actividades diarias incluyen crear contenido atractivo y original para captar a su audiencia, editar y producir el material, interactuar con su público a través de comentarios y mensajes directos, realizar transmisiones en vivo en Instagram y responder preguntas en las populares “cajitas de preguntas”.
Además, asisten a eventos y lanzamientos de productos, incrementando su visibilidad y la de las marcas con las que colaboran.
Las dificultades de tener hijas gemelas
En una interacción con un seguidor a través de Instagram, Daniela Celis reveló algunos desafíos personales que han enfrentado. “No. Fue muy difícil emocionalmente para mí, ellas no se llenaban, y me dejó de salir leche. Hice de todo para poder tener más, pero no hubo caso”, confesó sobre su experiencia con la lactancia.
Afortunadamente, “hay fórmulas muy buenas gracias a Dios”, añadió, mostrando su agradecimiento por las alternativas disponibles.
Además de su carrera como influencer, la pareja está emocionada por los próximos planes familiares. Daniela compartió que están organizando el bautismo de las gemelas. “Estamos planeando todo. Tengo mucha emoción. Ya tenemos fecha que solo la saben pocas personas: los padrinos y nosotros. Aún no hicimos la invitación, pero ya reservamos fecha en la basílica”, comentó.
La transformación de Thiago Medina, de verdulero a influencer, muestra cómo las redes sociales pueden abrir nuevas oportunidades y cambiar vidas. Ahora, Thiago y Daniela no solo disfrutan de su éxito profesional, sino también de su floreciente vida familiar.