El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, fracasó ayer en su primer intento por mantenerse en el poder al no conseguir el respaldo de la mayoría absoluta de los diputados del Congreso español, aunque todavía tiene un margen de 48 horas para pactar con Unidas Podemos, el partido que puede desbloquear su reelección.
A último momento, la fuerza de izquierda que lidera Pablo Iglesias decidió abstenerse, en un gesto que muestra su voluntad de llegar a un acuerdo con Sánchez antes de la segunda y decisiva votación, que se llevará a cabo mañana.
Sin sorpresas, la candidatura del líder socialista recibió el voto favorable de 124 diputados, la bancada completa de su partido y del único legislador del Partido Regionalista de Cantabria (PRC).
En contra de su investidura votaron 170 diputados, los del conservador Partido Popular (PP), los liberales de Ciudadanos, el partido de extrema derecha Vox, y los independentistas catalanes, además de otros partidos pequeños.
Asimismo, hubo 52 abstenciones, la mayoría provenientes de Unidas Podemos y del Partido Nacionalista Vasco (PNV), dos bloques cuyo voto es indispensable para que Sánchez consiga la reelección.
En total votaron 346 de los 350 representantes del Congreso de los Diputados.