España conmemora esta semana el cuarto centenario de la muerte de su escritor más conocido, Miguel de Cervantes, con una ceremonia con los reyes, centenares de eventos culturales y algo de controversia por la escasa implicación de las autoridades de gobierno en la celebración.
El autor de la famosa novela “Don Quijote de la Mancha” murió el 22 de abril de 1616 en Madrid pero siempre se conmemora el 23, cuando fue enterrado, para hacerlo coincidir con el deceso de su coetáneo británico y también maestro literario William Shakespeare.
Personaje extravagante -sobrevivió una batalla naval, fue capturado por piratas, estuvo cinco años cautivo en Argel y pasó varios períodos en prisión- a Cervantes se le considera el padre de la novela moderna por su “Don Quijote”, uno de los libros más traducidos del mundo.
La obra sobre este pobre hidalgo que se imagina convertido en caballero con el sueño de arreglar el mundo consiguió un éxito inmediato desde su publicación en 1605. El retrato de un héroe imperfecto como cualquier otro hombre fue revolucionario en esa época.
Desde entonces, inspiró a autores de todo el mundo, desde Jane Austen y Fiódor Dostoievski a Gustave Flaubert y Mark Twain.
Ayer tuvo lugar el principal homenaje. Los reyes Felipe y Letizia y el jefe de gobierno en funciones Mariano Rajoy viajaron a Alcalá de Henares para la entrega anual del premio Miguel de Cervantes, que corona la trayectoria literaria de los escritores en lengua española.
En Alcalá de Henares, lugar de nacimiento de Cervantes, el rey Felipe VI entregó el Premio Cervantes al autor mexicano Fernando del Paso. El ministro de Cultura Iñigo Méndez destacó la aportación de Del Paso al desarrollo de la novela “combinando tradición y modernidad, como hizo Cervantes”.
Otras ciudades del país conmemoraron su deceso, entre ellas Toledo, capital de la árida región central de Castilla-la Mancha, de donde procede Don Quijote y por donde transcurre gran parte de la novela.
Allí se descubrió una estatua gigante del héroe de Cervantes hecha de mazapán, uno de los productos típicos de esta región.
Después de los actos centrales de ayer, los homenajes continuarán. En la televisión pública española, por ejemplo, el popular programa culinario “MasterChef” dedicará un episodio a Cervantes en el que los concursantes tendrán que preparar platos mencionados en el Quijote.
Pero el mayor reto fue encomendado a los estudiantes de primaria de Alcalá de Henares que deberán escribir la tercera parte del “Don Quijote” para complementar los dos primeros tomos de la novela, publicados por Cervantes en 1605 y 1615.
En un discurso, el rey Felipe VI aseguró que estos homenajes sirven “para poner de relieve lo que nos une” en un momento de división política en España, en el que los partidos no consiguen pactar un gobierno de coalición tras las ajustadas elecciones de diciembre.
Controversia
Sin embargo, numerosos académicos y artistas expresaron su descontento ante la falta de liderazgo para conmemorar al mayor escritor español de la historia, especialmente en comparación con las celebraciones británicas por la muerte de Shakespeare.
Muchos miran con envidia la oda a Shakespeare formulada en enero por el primer ministro británico David Cameron, traducida y publicada en periódicos de todo el mundo, desde el español El País hasta el estadounidense Miami Herald.
Al final, Rajoy escribió su propio artículo sobre Cervantes en marzo en el diario El Mundo.
Además, Rodríguez lamenta que el gobierno no presupuestó ninguna partida para estos homenajes y cada región, ciudad o entidad tiene que financiarlos de su bolsillo o buscar algún patrocinio.
El programa oficial también llega tarde. El fotógrafo José Manuel Navia, aficionado de Cervantes y autor de una exhibición conmemorativa en Madrid, aseguró que la planificación ha sido escasa.
“Hace 400 años que sabíamos que este año era el centenario de la muerte de Cervantes”, advirtió por su parte el director de la Real academia española, Dario Villanueva, también crítico.
El mexicano Del Paso recibió su premio
El escritor mexicano Fernando del Paso recibió ayer el Premio Cervantes por parte del rey Felipe VI, que le fue otorgado el año pasado por sus novelas, que recrean episodios fundamentales de la historia de México. El escritor, especialmente conocido por sus novelas “José Trigo”, “Palinuro de México” y “Noticias del imperio”, asistió junto a su esposa y a una veintena de otros familiares a la ceremonia que se celebró en la Universidad de Alcalá de Henares, localidad próxima a Madrid, donde nació el autor del Quijote.
Los hijos, nietos y la bisnieta del escritor, nacido en Ciudad de México, en 1935, asistieron emocionados, a las palabras que Del Paso pronunció en la ceremonia. El escritor mexicano dijo llevar a España “en el pecho”, y declaró que se sentía emocionado “desde hace varios meses”, desde que supo que había ganado el Premio Cervantes.
Del Paso (Ciudad de México, 1935) que además es pintor, dibujante y académico, es el sexto escritor mexicano que obtiene el Cervantes, ya que antes lo recibieron Octavio Paz (1981), Carlos Fuentes (1987), Sergio Pitol (2005), José Emilio Pacheco (2009) y Elena Poniatowska (2013).
Este prestigioso galardón, creado por el Ministerio de Cultura español y dotado con 125.000 euros, premia la obra de un escritor que contribuya a enriquecer el legado literario hispano.