España tomará “todas las medidas necesarias” dentro de la legalidad para defender sus intereses ante Gibraltar, aseguró este viernes el jefe del gobierno, Mariano Rajoy, en plena tensión diplomática con el Reino Unido por este enclave británico reivindicado por Madrid.
“Tomaremos medidas legales y proporcionadas para defender los intereses de los españoles”, afirmó Rajoy en rueda de prensa tras haber hablado sobre Gibraltar con el rey Juan Carlos en Palma de Mallorca, lugar habitual de veraneo del monarca. “España tomará todas las medidas necesarias”, insistió.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, reafirmó este viernes al diario ABC que España estudia, entre otras medidas de presión, imponer una tasa para entrar o salir de Gibraltar.
El conflicto que enfrenta a España y al Reino Unido en torno a Gibraltar, un enclave de siete kilómetros cuadrados cedido a Gran Bretaña en 1713 y en el que viven 30.000 personas, volvió a resurgir a finales de julio entorno al derecho a la pesca en las aguas que lo rodean.
“Este problema se originó porque los días 24 y 25 de julio un remolcador gibraltareño procedió a lanzar al agua en la bahía de Algeciras 70 bloquesca de hormigón de metro y medio cúbico aproximadamente de los que sobresalen unos hierros de medio metro de longitud y varios centímetros de espesor”, explicó Rajoy, denunciando “un atentado evidente al medio ambiente”.
Desde entonces, se forman largas colas en la verja fronteriza y Gibraltar afirma que España multiplica los controles aduaneros como represalia. Madrid responde que estos controles son obligatorios -ya que Gibraltar, como el Reino Unido, no pertenecen al espacio Schengen- y necesarios para luchar contra el contrabando.
“Podemos y debemos hacer controles como se han hecho a lo largo de esos últimos días”, aseguró Rajoy.
“Nosotros tenemos que vigilar para que todos los ciudadanos cumplan con sus obligaciones fiscales” y “tenemos que vigilar para que se cumpla la normativa de medio ambiente de la Unión Europea”, agregó.
El miércoles, el primer ministro británico David Cameron llamó por teléfono a Rajoy para transmitirle su preocupación, aludiendo a un “riesgo real” de que las relaciones entre Madrid y Londres se viesen dañadas por los problemas con Gibraltar.
Posteriormente los cancilleres de ambos países acordaron “trabajar para resolver la situación”.
En este contexto, varios medios españoles se preocupaban el viernes por el envío la próxima semana de una flota de la Armada de guerra británica que debe participar en maniobras de rutina en el Mediterráneo, previstas desde hace tiempo.
“Cameron intimida a Rajoy con la visita de su flota a Gibraltar”, titulaba el diario conservador El Mundo. En el marco de estas maniobras España autorizó al portaaviones “HMS Illustrious” a hacer escala en su base naval de Rota, situada en la bahía de Cádiz, en el sur del país (ver aparte).
