La selección que enamoró al mundo recuperando un estilo de juego que se creía olvidado se despide en Brasil, el país del fútbol.
España se marcha del Mundial rota y por la puerta de atrás. Pero con argumentos para el recuerdo y sueños de un futuro prometedor.
El conjunto europeo se mide con Australia en un partido de mero trámite en Curitiba. Las dos selecciones están eliminadas y sólo se juegan la honra de sumar algún punto en el torneo.
Para la Roja, campeona del mundo en Sudáfrica, será probablemente el adiós definitivo a jugadores que marcaron una época: Xavi Hernández, Xabi Alonso y probablemente Iker Casillas, entre otros.
El debate en el seno de la selección no es quien jugará contra Australia, sino cómo afronta el futuro. Y si ese futuro será o no con Del Bosque, en qué condiciones y con qué futbolistas.
Casillas, con 156 partidos con la selección, y Xavi, con 133, son probablemente los dos jugadores que más han marcado a España en la última década. Brasil es un triste epílogo para ellos. Empezaron juntos en las categorías inferiores. Juntos ganaron el Mundial sub 20 y juntos llevaron al equipo ibérico a ganar dos Eurocopas consecutivas y el Mundial de Sudáfrica.
Muchos equipos han jugado bien al fútbol a lo largo de la historia, pero pocos lograron ganar títulos y mantenerse tanto tiempo, seis años, en lo más alto.
Las primeras pistas de lo que está por venir se verán en el amistoso de envergadura que España tiene previsto disputar contra Francia en París el próximo 4 de setiembre. Cuatro días después, la Roja arrancará contra Macedonia las eliminatorias para la Eurocopa 2016 de Francia, donde vuelve a defender título.
“Tenemos que intentar acabar bien. Nos ha ido bien, menos en este Mundial. No ha sido fácil para nosotros. Es duro volver a casa a las primeras de cambio. El equipo no ha estado bien, nos han superado y hay que saber perder y no buscar excusas”, reconoció David Silva.
Del Bosque no ocultó su enojo
La seña fue clara. Del Bosque, cansado de las protestas de Cesc Fábregas durante el ensayo, le pidió que se quitara la pechera con la que jugaba para los titulares y el volante, ahora del Chelsea, se enojó con el técnico y terminó yéndose de la práctica, todo a la vista del público presente y de las cámaras. Aunque, luego, el entrenador dio su versión de lo ocurrido.
“No le he quitado el peto (sic). Fue un asunto menor. Estaban en inferioridad numérica y el equipo estaba siendo inferior. Busqué el apoyo de Xabi Alonso. Estoy agradecido a ellos. Yo pienso en todos y ellos piensan en ellos, sólo en ellos”, disparó el DT. El clima de España, ya eliminada tras dos derrotas, está al límite. El técnico ya anunció que podría dar un paso al costado, hubo un cortocircuito entre Iniesta y Xabi Alonso, y ahora la discusión entre entrenador y jugador.