Por Dis. Int. Florencia Suarez Apatye
El estilo "sin esfuerzo" (effortless chic, en inglés) es la tendencia en decoración que explota la elegancia innata que poseen algunos espacios, interviniéndolos pero sin que se note esa intención.
Lograr generar un estilo sin esfuerzo es una de las tendencias actuales que abarca varios aspectos de la vida. Desde la indumentaria diaria, los peinados y también (por qué no) la decoración de los espacios.
La magia para lograr este estilo es la correcta elección de los elementos , pero siempre teniendo en cuenta no reflejar esa intención. El objetivo final es hacer un espacio cómodo y funcional desde la aparente sencillez de buscar todos aquellos elementos que resalten el encanto de un espacio, pasando desapercibida en su consiente intervención.
Como todo estilo, tiene sus reglas y combinaciones fundamentales, que si bien no hay que respetar a rajatabla (ya que cada quién le da su toque personal) ayudan a que se refleje la tendencia en cualquier rincón del hogar.
El blanco es el comodín de este estilo
Indiscutiblemente elegante, permite jugar con el resto de las tonalidades, generando una base neutra y tranquila. Es ideal la combinación con maderas claras, metales y detalles transparentes.
Al tener una base blanca, todo elemento que se agrega aporta personalidad.
Mezclar y combinar sin reflejar el esfuerzo de hacerlo
La esencial es el resultado de espacios relajados y casuales, distinto a por ejemplo el ecléctico que es un poco más rígido. Se pueden combinar texturas, acabados, estilos y muebles nuevos o de segunda mano siempre pensando en mantener un elemento en común.
La mezcla de piezas antiguas con nuevas da una mayor ligereza y funcionalidad. Algunas son más pesadas y aportan un alma y una pátina especial a la casa.
Buscar un objeto concreto que le dé un toque especial al espacio es ideal
Mezclar los diferentes muebles con acabados, texturas, estilos y procedencias diversas pero buscando siempre muebles que mantengan un aire o elemento en común.
Al ras del suelo
Apoyar al piso cuadros, fotos y láminas enmarcadas son grandes toques personales y generan que los objetos se acerquen más al espacio.
La otra alternativa es apoyar sobre alguna cómoda o repisa esos elementos. Colocá cuadros o espejos de gran formato apoyado sobre el suelo al lado del sofá. O bien, podés colocarlos sobre una cómoda o una repisa. Si querés colgarlos podés hacerlo siempre que sea bajo. A la altura por encima del sofá o creando un collage de composiciones diferentes.