Es lo que puede concluirse frente a los males -pobreza, delincuencia, accidentes- que derivan de las acciones sobre el territorio que vienen destruyéndolo. ¿Cuáles? Básicamente la extensión al azar de las urbanizaciones, con barrios pobres o ricos que demandan servicios (agua, cloacas, calles y veredas, pavimentos, recolección de residuos, seguridad) que tardan años en llegar y nunca alcanzan.
El paso del tiempo todo lo envejece rápidamente. Resultado: deterioro urbano y rural más amplio y profundo.
“Las torres de la felicidad” en que algunos sectores han preferido vivir en la última década, ha significado la nula intervención de instituciones profesionales y académicas, que han preferido celebrar las “inversiones” o las “políticas sociales” que involucrarse a tiempo y -en cumplimiento de sus obligaciones de ley- orientar, sugerir, fiscalizar, reglar, en defensa del interés general.
Ni hablar de las sorprendentes expresiones del tipo: "quiero" (que se haga algo, que luego no se hace) o "debería" (hacerse algo de determinada manera, pero se hace lo contrario). Expresiones que provienen de quienes tienen las atribuciones, la potestad y la obligación de decidir y ejecutar.
Insólitos laissez-faire y laissez-passer... . Así se han perdido los recursos, las oportunidades , el tiempo de vida de la mayoría.
Ansío escuchar voces con ideas en situaciones concretas. Yo voy a arriesgar algunas relativas a la Capital, pero lo mismo se puede verificar en todos los municipios y con mayor perjuicio en las zonas rurales.
1) Los terrenos del ex FCGSM son objeto de deseo de los diferentes niveles del Estado. ¿Resultado?, el tiempo se escurrió y las ocupaciones ilegales -o, en algún momento, autorizadas- culminaron en una crisis de inseguridad que necesitó de acciones drásticas para recuperar el control del lugar.
Ahora, lo que se planea hacer en ese lugar me aterra. Ocho hectáreas de terreno libre que la ciudad necesita cuidar y proteger como tesoro vital para uso público, se destinan a la construcción de 1.100 departamentos del plan Procrear. Una concentración desequilibrante con una tremenda demanda de costosas obras de infraestructura.
Lo que la ciudad necesita es recuperar, renovar y transformar la zona residencial al este de la avenida San Martín, perfectamente servida. El propio microcentro comercial necesita de una política que evite su descalabro total. La construcción de estas viviendas representa una oportunidad fantástica para romper la tendencia al envejecimiento y abandono de aquellas áreas.
2) Me parece desolador que el rechazo de la unión de las avenidas R. Sáenz Peña y Godoy Cruz haya sido visto como un tema de los antiguos empleados ferroviarios.
¿Nadie más tiene nada que decir? Con la meta de facilitar el tránsito oeste-este, se corta la comunicación norte-sur. Los ferroviarios proponen que al menos se haga un puente, que sería más tolerable que un enorme terraplén. Pero no. Hace años yo planteaba el cuidado de la arboleda de esta zona que representaba un parque en ciernes. Lo que queda hoy es para llorar.
3) La feria de artesanos de la calle Villalonga. Otro espacio público perdido. ¿Por qué se ocupa una calle interna del predio recuperado hoy en parte gracias al Metrotranvía con un bosque de caños negros fijados al piso, es decir inamovibles? Me temo que se ha echado a perder el lugar y el negocio.
La antigua estación que afortunadamente está en vías de reconstrucción para la provincia pierde así el acceso histórico normal. El tránsito vehicular se ve obligado a hacerse desde Godoy Cruz en medio de odiosas polvaredas. Absurdo.
Sugiero levantar esa instalación y armar puestos móviles sobre la ancha vereda sur de Av. Las Heras entre Belgrano y Perú. Creo que los feriantes estarían más cómodos y habría más movimiento de público.
Rosa Guaycochea de Onofri - Ex Titular Efectiva de Historia del Arte Fac. de Artes UNCuyo - Ex Titular de Historia de la Arquitectura y Urbanismo FAU - UMza