En el camino de recuperación de Espacio Arizu y con los trabajos muy avanzados en una de las naves principales, Godoy Cruz vuelve a destacar el valor patrimonial de la exbodega, que pronto será un lugar destinado a la cultura.
De esta manera, la Municipalidad a cargo de Tadeo García Zalazar irá contando algunas particularidades del icónico inmueble ubicado en San Martín al 1515, declarado Monumento Nacional en 1999.
Luego de la expropiación realizada en 2018 por iniciativa de la comuna, comenzaron las tareas de limpieza, relevamiento y, después los trabajos para refuncionalizar determinadas áreas.
Además, y como parte del rescate de uno de los capítulos más importantes de la historia vitivinícola de Mendoza y Argentina, se realizó una serie de entrevistas a familiares, historiadoras y trabajadores de la bodega.
A partir de allí, se desprenden detalles coloridos, emotivos e informativos que vale la pena mencionar.
Uno de ellos, es la relevancia de los vinos de Arizu para la provincia, el país y el mundo.
El paño de viña más grande del mundo
De hecho, la historiadora Fabiana Mastrangelo contó que Balbino, el fundador de la empresa y oriundo de Unzué, España, “tenía experiencia de producir vino con su padre en Europa y la trajo a la Argentina”.
Además, recordó que fue “una de las más grandes de Mendoza y del país, ya que no sólo estaba la casa matriz de Godoy Cruz, sino que también estaban San Rafael y Luján”.
Sobre eso, distintas personas relacionadas a la actividad de la bodega sostienen que Arizu llegó a tener el paño de viña más grande del mundo.
Ana María Mateu sostiene en su libro Balbino Arizu, el Rey del Vino, que “las mayores extensiones en un solo paño se adquirieron en Luján (4.582 has, 3.129 has y 1.640 has) y en Maipú (2.029 has), pero fue en San Rafael, en Villa Atuel, en donde, a través de sesenta operaciones se acumularon 12.569 has, a través de la intermediación de Bernardino Izuel”.
Vale aclarar que Mateu -doctora en Historia e investigadora de Conicet- rescató y custodió piezas documentales con las que hizo la tesis doctoral y luego entregó al Archivo General de la provincia.
Recientemente, ese material fue devuelto al Municipio para ser incorporado archivo de la antigua bodega Arizu.
El vino Cruz del Sur
Por otro lado, Arturo Erice, sobrino bisnieto de Don Balbino, quien trabajó en la Sociedad Anónima entre 1978 y 1983, hizo hincapié en una de las marcas más populares de la empresa.
Se trata del vino Cruz del Sur, del que se pueden encontrar publicidades gráficas y audiovisuales.
“Recuerdo que había una marca emblemática, que era el Cruz del Sur, que era como un vino reserva, y del que se vendían aproximadamente 3 millones de litros por mes”, relató. Y agregó que “lo que había en la botella del Cruz del Sur era uva malbec”.
Tan grande era la red comercial que armó “que llegó hasta Jujuy, hay datos y mapas que lo demuestran. A todos los lugares donde llegaba el ferrocarril llegaban los vinos de Arizu”, ratificó la misma Mateu.
Innovación en variedad de precios y calidades
Por otro lado, la variedad de vinos, precios y calidades marcó parte del camino histórico de la bodega.
Es más, así lo afirma Roberto González, el último enólogo que trabajó en la bodega (1988 – 1991) y actual presidente de la Academia Argentina de la Vid y el Vino.
“Para mi es una de las grandes bodegas de Mendoza, que hizo historia y grande a la vitivinicultura de la provincia y de la Argentina”, relató.
El profesional contó su experiencia: “Me ha tocado vivir desde la elaboración de espumantes hasta la de vinos especiales, como jerez, oporto o los vinos tranquilos”.
Asimismo, señaló la “segmentación de precios y calidades que, si nos remontamos a la actualidad, es lo que vive hoy la Argentina”.
Pero, además, calificó a los Arizu como “una gran familia vitivinícola” y “precursores” en la industria.
“Fueron innovadores y desarrollaron un grupo marcario que partía desde la línea Premium, como, los Cava Privada. Continuaba, por debajo, con Casa de Piedra, Cuesta del Parral y la línea tradicional o popular que conocíamos en ese momento: Arizu y Arizu Reserva”, detalló.
Ciertamente, explicó que “en esa época los varietales eran un elemento prácticamente desconocido, pero que esta bodega había explorado: pinot noir, los cabernets sauvignon, los chardonnay”.