Es imprescindible que tomemos dimensión de la trascendencia de nuestras acciones. Y allí aparece el propósito, concebido como un medio para realizarnos y para ayudar a otras personas a realizarse.
Nos entusiasma transitar este momento proponiendo una nueva forma de hacer banca. El de hoy es un mundo híper digitalizado, pero que resguarda a las personas como eje de su centro. Y en la banca, para impulsar el proceso de transformación constante que pregonamos, necesitamos talentos con las habilidades que este tiempo demanda.
En Banco Macro trabajamos para construir relaciones en que las personas confíen en quienes tienen a su lado. Eso propicia intercambios enriquecedores, llenos de matices y especialmente entre personas con cosmovisiones diferentes. Si en un mismo equipo dos personas piensan igual, el debate no levanta vuelo y se resigna a una medianía monocromática. Conjugar distintas miradas es una oportunidad para generar acciones mucho más interesantes.
Desde la confianza, los seres humanos hacen todo lo que son capaces de hacer. Sienten que el error no es motivo de castigo, sino oportunidad de mejora. Cuando hay miedo, solo hacen lo que saben, sin arriesgar.
Se mueven en un cuarto con paredes de cristal: su “lugar seguro”.
El cambio que estamos generando implica que vayamos más allá. Y que en ese fluir nos embarquemos en proyectos ambiciosos, sin imposibles.
Sócrates dijo alguna vez “El secreto del cambio es enfocar toda tu energía no en la lucha contra lo viejo, sino en la construcción de lo nuevo”. Mucho tiempo después, inmersos de lleno en la era digital, aquella frase cobra una relevancia fresca y poderosa.
Ya nadie discute que las nuevas generaciones valoran aspectos de la vida laboral que sus padres ni siquiera tomaban en cuenta. Ya no se trata exclusivamente de una cuestión de salario, estabilidad o prestigio. Hay más. Mucho más.
Con la idea de diseñar un faro que atraiga con su haz poderoso a las personas que se sumarán a nuestro proceso de transformación, Banco Macro consolidó una propuesta de valor diferencial.
El desarrollo de los colaboradores es condición necesaria para su crecimiento individual y profesional. Apuntamos a hacer foco en ese aspecto para potenciar a nuestros equipos desde adentro.
Banco Macro cuenta con personas de diferentes generaciones, culturas, regiones y nacionalidades. Capitalizamos esa pluralidad de miradas desde una concepción de la comunicación franca y abierta. El efecto es multiplicador: somos mucho más que la simple suma de las partes. Somos el resultado de la interacción armónica de todas ellas.
Es prioritario que las personas que integran el Banco se sientan parte de algo más grande y que su aporte haga la diferencia. Nos gusta que quienes trabajan en Macro sientan que los ayudamos a cumplir sus sueños y que eso les permite ayudar a que la Argentina lo haga.
Creemos que nuestro orgullo se nutre de las experiencias de miles de argentinos y argentinas que se atrevieron a pensar en grande.
Gerardo Alvarez, Gerente de RRHH y Administración de Banco Macro.