La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan

Hace más de 40 años se fundó el Circo Rodas y, desde entonces, mantiene su estructura de lujo y con capacidad para 2.500 espectadores. Y si bien hay cerca de 50 artistas en escena, son más de 110 los hacedores, quienes recorren el país de punta a punta y que viven en una “ciudad ambulante” como si fueran una gran familia. Historias, anécdotas y tradiciones del circo que está en Mendoza.

La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan
La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.

La vida en un circo es atrapante, conmovedora y parte de todo un espectáculo que trasciende lo que los espectadores pueden ver. Dicho de otra forma, el circo es un estilo de vida. Una especie de montaña rusa de emociones que continúa su marcha cuando las luces y reflectores se apagan, cuando el último espectador se retira y cuando las puertas de la carpa se cierran (al menos hasta la próxima función, o ya hasta un nuevo día). Es el momento en el que, como suele decirse, “el show debe continuar”.

Tal es el caso del Circo Rodas, que se encuentra en Mendoza (Acceso Sur y Lamadrid, Guaymallén) y que es uno de los principales atractivos para estas vacaciones de verano. Porque el día a día de sus hacedores es mucho más de lo que el público ve en escena durante las dos funciones diarias. Son, en total, 114 personas viviendo en una “ciudad ambulante”, que se concentra en motorhomes y que se instalan en cada ciudad a la que llega el espectáculo. Como si fueran una especie de consorcio o de vecindad, todos se relacionan e interactúan entre sí. A tal punto de que podría decirse que, en realidad, es una gran familia.

La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.
La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.

“El Circo Rodas se fundó en junio de 1982, por lo que cumplió 40 años en junio de 2022. Su creador, de apellido Percutani, tenía el Circo Imperial ya, y compró toda la estructura del Circo Thiany que se iba del país. Desde el principio quiso montar un circo lujoso, algo inédito para la época, y con un paradigma distinto, por lo que -desde el primer día- todos los artistas entraban con una coreografía. Percutani armó un circo grande, con capacidad para 2.500 espectadores y con sonido e iluminación”, resume el productor del Circo Rodas, Marcelo López Lanza. Y aclara que esa misma impronta es la que se mantiene en la actualidad, comenzando por la capacidad de la carpa (sigue siendo para 2.500 personas).

“El circo, como todas las cosas en la vida, fue mutando año a año. Y hay cosas que antes se podían hacer y eran aceptadas, pero ahora no. Desde la presencia de animales hasta la estructura, incluyendo el tipo de humor de los payasos, por ejemplo. Como todo, hace 40 años el circo era de una manera, y ahora es de otra”, destaca López Lanza.

En estas cuatro décadas, por este estilo de vida que es el circo en el Rodas han pasado familias y generaciones enteras de artistas, y los artistas más jóvenes cada vez están más comprometidos y profesionalizados con su rol.

“El payaso Cachipuchi es quinta generación de artista de circo. El mago del Circo Rodas, por su parte, es cuarta generación. Pero también hay nuevas generaciones, y que se ve principalmente en los chicos jóvenes. Hace 10 años que en las grandes ciudades hay Escuelas de Circo, y eso lleva a que ingrese gente que no venía de familia de tradición de circo. También el teatro se nutre cada vez de los recursos del circo y de sus escuelas”, repasa el productor del Circo Rodas.

La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.
La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.

Y, entre otras atrapantes historias de estas cuatro décadas de circo, recuerda aquella oportunidad en que el Circo Rodas ayudó a que una joven bailarina de Perú se reencuentre con su padre, de quien no sabía nada desde hacía ya varios años y quien había tenido que escapar de la ciudad y hasta cambiar de nombre por una persecución política. “El circo te puede cambiar la vida en muchos sentidos”, reflexiona.

Había una vez, un circo

En los 40 años de vida que tiene el Circo Rodas, la realidad ha sido por demás cambiante, tanto como la de la mismísima Argentina. Pero siempre el entretenimiento y la compañía incondicional hacia el público han sido los motores desde los que se ha generado todo.

La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.
La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.

-¿Qué cambió en Circo Rodas desde su creación, en junio de 1982, hasta la actualidad?

El año 1982 fue una época difícil de la Argentina, porque era el final de la dictadura y el comienzo de la Democracia. Después tuvimos la Hiperinflación, por ejemplo. Fue un contexto difícil, y el circo no fue ajeno a todo eso.

A lo largo del tiempo, se trató de mantener siempre el espíritu. Pero, justamente por estas dificultades, el circo debió cerrar durante un tiempo y por problemas comerciales. Estuvo 8 años en suspenso. Pero en 1996 lo compró Jorge Ribeiro Soares -su propietario actual- y, tras preparar todo, reabrió en 2002.

La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.
La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.

-¿Qué cantidad de artistas tenía el circo en sus comienzos y cuántos tienen ahora?

El Circo Rodas mantiene la misma cantidad de artistas desde el primer día. Estamos hablando de entre 48 y 51 artistas.

-¿Cuáles son los distintos actos y shows que incluyen y cuáles son los que más le impactan al público?

Todos los años va cambiando el espectáculo, se va innovando y agregando cosas porque, imaginate, en 40 años hubo mil cosas. Hoy en día el Circo Rodas es el único del mundo con dos globos de la muerte -en simultáneo- y las motos voladoras, todo en un mismo acto.

La magia es muy destacable también. Lo mismo que el payaso Cachipuchi, que tiene 19 años y empezó con 14. Ha estado en varias oportunidades nominado a premios, y también ha recibido distintos reconocimientos. Lo nombraron ciudadano ilustre en Concordia y le entregaron un reconocimiento cultural en el Concejo Deliberante de Gualeguaychú, por ejemplo.

Y es que tiene toda una formación muy destacada, ya que es payaso, clown, músico y mimo.

La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.
La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.

-¿Cómo es la vida en un circo? Uno piensa en una gran familia, con integrantes que van juntos a todos lados y viven en una “ciudad ambulante” que un día está en un lado y, al siguiente, en otro

Somos 114 personas que vivimos todo el tiempo juntas, cada una en su motorhome, en sus viviendas móviles. Entre esas personas hay familias que, en épocas de clases, tienen a sus hijos que van a la escuela en la ciudad en la que les toque estar. Existe una ley que les garantiza una vacante en las escuelas a los chicos de familias de circo en cualquier ciudad en la que estemos.

El circo es un modo de vida diferente. Mi hijo es el mago del Circo Rodas y hace poco cumplió 18 años. Va a empezar a cursar último año de la secundaria y te puedo decir que he vivido y visto cómo los amigos de los chicos que son de familias de circo sufren cuando ellos se tienen que ir a otra ciudad, incluso más que los propios hijos de artistas. Porque ellos están acostumbrados a estar 3 meses en una ciudad y migrar, pero los chicos más estables no. He visto lo emotivas que son las despedidas cuando se va el circo de una ciudad y, por consecuencia, los chicos se van de una escuela.

La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.
La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.

-Al ser 114 personas que viven en una ciudad móvil, ¿existen los problemas que existe en cualquier vecindario o consorcio?

Tenemos un código interno que se respeta, es una elección nuestra. Uno elige si quiere vivir en un country o en un basural. Si vos sacás la basura cuando hay que hacerlo, desagotás el agua en un determinado día y respetás esas normas, todos están detrás de la idea de vivir como si fuera un country. Pero so vos desagotás el agua cuando no hay que hacerlo, y lo hacés delante de los otros, eso tiene sus consecuencias en la convivencia.

-¿Es difícil adaptarse a vivir en tantas ciudades en tan poco tiempo?

Es más difícil, en realidad, quedarse en un lugar fijo durante mucho tiempo después de haber llevado esta vida.

Difícilmente alguien deje el circo una vez que empezó, porque es algo que no se abandona. La vida activa del artista es demasiado corta, más allá de las exigencias particulares. Por ejemplo, los chicos que hacen trapecio, a partir de los 30 años empiezan a encontrarse con limitaciones físicas que los obligan a dejarlo. Pero en ese momento se empiezan a preparar para otras cosas que le permitirán seguir su vida en el circo. Y se preparan como sonidistas, iluminadores, choferes, mantenimiento, soldadores, propaganda, gastronomía. ¡Todo eso también es parte del circo!

La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.
La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.

-¿Cuánto tiempo suele permanecer el circo en cada locación? ¿Y cuál es el récord de lugares o ciudades en que el Circo Rodas ha llegado en una temporada?

Nosotros programamos el calendario, los lugares. Pero cuando nos va bien y nos acompaña la gente, nos quedamos por más que haya que reprogramar todo el calendario. Como dicen, equipo que gana no se toca. Por ejemplo, en una oportunidad fuimos a Concordia con la idea de estar 4 semanas y nos quedamos 14 por el éxito que tuvimos. En esos casos se transmite mucho de boca en boca.

Buenos Aires es la ciudad donde más estamos, hemos llegado a estar 4 o 5 meses en un año.

-¿Te acordás de alguna anécdota o historia de la vida del circo que cada vez que repases pienses: ‘De esto que viví, jamás me voy a olvidar’?

Hay una historia que siempre que recuerdo, me conmueve. Fue cuando estuvimos en Perú, hace ya varios años. El circo estaba en Tacna y seguía para Lima. Entonces se acercó una chica, que era bailarina, y se ofreció a ser parte del espectáculo para acompañarnos a Lima. Nos contó que necesitaba ir a la ciudad porque sabía que su papá estaba allá, pero no tenía ningún otro dato de él y hacía mucho tiempo que no hablaban.

Ella nos pidió ayuda y el circo se movió para encontrar al hombre. Recuerdo que había un programa tipo “Gente que busca gente” y el periodista se enteró del caso y estuvo con nosotros. El padre de ella se había tenido que ir por un problema político, se había refugiado y hasta cambiado el nombre.

Era muy difícil, pero el circo llegó al hombre. Me tocó a mí, con la gente de Investigaciones de Perú, estar detrás de la localización del hombre. Solo sabíamos que era del Ejército. Pero ella pudo reencontrarse con su papá, y el reencuentro fue transmitido por el programa de televisión.

La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.
La vida en un circo: historias de una “familia” de más de 100 personas y qué pasa cuando las luces se apagan. Foto: Gentileza Circo Rodas.

-Antes de la prohibición, ¿llegaron a tener animales?

Si bien el Circo Rodas nunca se caracterizó por tener muchos animales (antes de que se prohibiera), llegó a tener un número de magia del que participaba un tigre blanco, una elefanta que se llamaba Mara y un chimpancé que andaba en el círculo de la muerte. Como eran muy pocos números, no fue difícil adaptarse después de la prohibición.

Hubo todo un cambio en la mentalidad de los espectadores también, y el sufrimiento de los animales se empezó a ver mal. Pero, con una mano en el corazón, en la época en que se permitían los animales, el circo que los tenía facturaba siete veces más. Y había circos con 80% de sus espectáculos basados en animales.

El Circo Rodas en Mendoza

Acceso Sur y Lamadrid (Guaymallén)

Dos funciones diarias: A las 19 y a las 22.

Entradas en la boletería o en www.circorodas.com.ar

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