En promedio, sólo 15 por ciento de los alumnos mendocinos que pretendían entrar como primera opción a alguna secundaria muy demandada obtuvieron su banco para el próximo año.
Este bajo porcentaje de ingresantes resulta del cupo que queda luego de la inscripción de los hermanos de estudiantes, de los abanderados y escoltas y de los repitentes.
Lo que ocurre en la escuela José Vicente Zapata de Capital es un claro ejemplo: de los 435 aspirantes sólo 42 se incorporaron en esta instancia.
Otro caso es el de la Emilio Civit de Maipú, elegida por 371 chicos, y que si bien contaba con 66 vacantes, le fueron asignadas 81, con lo cual habrá que adaptar instalaciones o tener aulas superpobladas.
Por su parte, la escuela técnica Pablo Nogués fue la que más inscriptos recibió y, de los 591 aspirantes, sólo lograron entrar 115.
Se trata de colegios en su mayoría de Capital, preferidos por los padres por ser cercanos a su lugar de trabajo y que cuentan con una imagen social positiva.
Lo cierto es que para la época de inscripciones muchos se molestan cuando no consiguen banco en la primera de las tres alternativas por las cuales optaron y este año en particular, la polémica aumentó porque consideraron que los promedios han sido verdaderamente altos.
El Normal Tomás Godoy Cruz captó los más elevados e hizo el corte en 9,71, ubicándose segundo en las preferencias con 535 postulantes, según datos aportados por la Dirección General de Escuelas (DGE). En el ranking de promedios se ubicó segundo el José Vicente Zapata (9,68) y, de los diez colegios más preferidos, el menor promedio de quienes ingresaron fue 9,50 (Pablo Nogués).
"Sí, hay personas que se van a quedar sin banco en el lugar donde querían, pero es una realidad porque los establecimientos ya no pueden crecer más. Todas estas escuelas de alta demanda tienen muchas secciones por año", reconoció la subsecretaria de Educación, Mónica Soto.
Procedimiento
Hay directivos que no tienen claro cuál es el procedimiento que la DGE utiliza para la selección o, si lo tienen, no hay coincidencia entre ellos. Algunos mencionaron que se hace a través de un sorteo mientras que otros sostienen que se contemplan los promedios.
Sin embargo se desligan de la responsabilidad, que atribuyen al gobierno escolar, aduciendo que sólo informan los lugares con que cuentan y que simplemente se limitan a recibir el listado terminado sin más datos que nombre y número de documento.
Lo que está claro es que en séptimo grado entregan un formulario en el cual los alumnos, con el aval de sus padres, deben consignar tres escuelas que prefieran para seguir sus estudios en el nivel medio. Soto detalló que a partir de estos datos un programa informático le va asignando a cada aspirante la institución en la que puede entrar según su promedio.
Cuando se dieron a conocer los resultados de este proceso, el reclamo más grande vino de aquellos padres con hijos con promedio superior a 9 y que quedaron sin lugar, ya que no ingresaron a ninguna de las tres opciones.
En esa condición se encuentran 420 jóvenes, que representan el 29,3 por ciento del total de los inscriptos, quienes que deberán esperar al domingo cuando se de a conocer -a través de los diarios- las vacantes para la tercera instancia de inscripción. De ahí en más deberán concurrir a la supervisión más cercana a su domicilio y llenar un formulario con seis opciones.
"Queremos que los padres se queden tranquilos porque nos han quedado más vacantes que chicos sin banco y como adelantamos las inscripciones pudimos incorporar dos instancias más", dijo la funcionaria, a la vez que aseguró que para fin de mes todos tendrán su banco asignado.
Promedios altos
Si bien los padres protestaron por considerar que los promedios mínimos para ingresar resultaron este año superiores a los de años anteriores, algunos directivos aseveraron que se da una situación similar a la de 2011, que tiene que ver con el crecimiento de la demanda.
"En realidad hace unos cuantos años se están recibiendo promedios altos porque es una escuela muy requerida", afirmó Elina Menegozzi, vicedirectora del colegio Bernardo Houssay, donde recibieron a sólo 35 alumnos de los 333 que lo eligieron como primera opción. "El establecimiento tiene tanta demanda que le haría falta construir un nuevo espacio en el terreno colindante", consideró.
Lo mismo expuso Cristina Mantineo, vicedirectora del colegio Profesora Gilda Cosma de Lede, de Maipú: "Se han mantenido los promedios altos, todos los años ronda el 9,60", contó. En esta institución quedaron sólo 59 lugares para los 263 que lo eligieron.
Para Claudio Peña, director de la escuela José Vicente Zapata, el promedio aumenta a la par de la demanda: "El año pasado el mínimo fue entre 9,40 y 9,45 y este año aumentó, es un número bastante alto que tiene que ver con la tendencia de más cantidad de chicos de preferir esta escuela, lo que para nosotros es un logro".
En los otros colegios consultados no pudieron comparar los datos por no disponer de la información.
