Once escuelas e institutos con modalidad enológica de toda la provincia y 22 alumnos que estudian en ellos vivieron durante la mañana de ayer uno de esos días que, probablemente, esperaban desde que comenzó el año. Se trata del histórico Concurso provincial intercolegial de catación de vinos, un certamen que ya se ha transformado en un clásico no sólo en el calendario escolar de estos institutos, sino de la actividad vitivinícola de Mendoza.
Y ayer, en la escuela Juan Bautista Alberdi (Costa de Araujo, Lavalle) tuvo lugar la 35° edición de este certamen que año tras año reúne en este lugar a profesores y estudiantes avanzados de los establecimientos con la idea de determinar qué escuela cuenta con los alumnos mejor calificados al momento de degustar vino.
En la edición 2015, la escuela mejor calificada fue la Galileo Vitali (de La Paz), seguida por la Miguel Pouget (Bermejo) y la Julio Chade.
Es uno de los concursos, de las competencias de cata más antiguas de la provincia. Se inició en 1981, cuando ni siquiera se había empezado a hablar de la transformación de la vitivinicultura. Y por suerte, y después de mucho tiempo, hemos vuelto a lograr una red de intercambio con Irrigación, con el INV, con el INTA y con las empresas de la zona”, destacó el vicedirector de la escuela Alberdi, Andrés Habjan.
En tanto, en la competencia por alumnos quien obtuvo el mayor puntaje fue Federico Campillay (de la escuela Armando Figueroa), seguido por Maximiliano Castro (Escuela Chade). En el tercer puesto hubo un empate entre Diego Brúculo (Escuela Vitali) y Lucía Bringas (Pouget).
De gala
La 4-026 Juan Bautista Alberdi es una escuela técnica agraria y sus alumnos salen con el bachillerato en Enología. En total, entre primero y sexto año del secundario, estudian 550 chicos en el establecimiento, que cuenta con 2,5 hectáreas cultivadas (olivares, viñas y huerta), invernadero y además tiene una pequeña bodega y un laboratorio.
Al acercarse cada fin de año, la Alberdi se convierte en anfitriona de todas las otras escuelas enólogas de Mendoza. Y los alumnos avanzados (de más de 18 años) sacan a lucir sus conocimientos y todo lo que han aprendido a lo largo de su cursado con una catación a ciegas.
“Es la primera vez que participamos de un concurso y la clave es estar tranquilos. Puede que los nervios te jueguen en contra, pero nosotros tratamos de controlarlos. Además, todo el año hemos estado haciendo pruebas similares, visitas y cataciones”, contaron Fernando Calderón (19) y Exequiel Luppo (18), los dos representantes de la escuela Alberdi en el certamen, quienes no descartan estudiar para somelier.
Tres especialistas del INV fueron los jurados del concurso, que se extendió durante poco menos de una hora y en el que los 22 participantes degustaron seis varietales.
“Es una planilla básica, pero precisa y concisa la que tienen que llenar los chicos. Los ítems que tienen que evaluar son ‘ojos’, ‘nariz’ y ‘boca’, del 1 al 10. Y cada valor se multiplica por el factor que está especificado al lado en la hoja. Una vez que se evalúan los ítems, hay que evaluar el equilibrio y la armonía. Este valor debe estar cerca al rango del puntaje de los otros tres ítems”, destacó antes de la competencia Hugo Ortiz, uno de los jurados del INV
En tanto, los especialistas llevaron consigo los puntajes oficiales -escritos en una hoja y guardados en un sobre cerrado-, por lo que los ganadores fueron elegidos de acuerdo a quien más se aproximó a esa evaluación.
“Es la primera vez también que estoy en un concurso así, aunque he participado de algunas cataciones similares. La clave es saber manejar los nervios y llevar la situación”, opinó a su turno Genaro Grión (19), alumno de la escuela Pouget. Precisamente esta institución finalizó segunda en la competencia por escuelas.
“Estoy en segundo año de la tecnicatura en Enología de la UTN y justo estoy cursando Análisis sensorial, por lo que esta experiencia es novedosa para mí y estoy muy contenta”, contó Julieta Tiberti (21).
Los chicos degustaron seis muestras de vino, comenzando con la 0, que tuvo como finalidad ‘hacer boca’ (adaptar el gusto al vino, eliminando los rastros de cualquier otra cosa que puedan haber comido hasta el momento del certamen).
“Es una muy linda experiencia para los chicos. Cuando empiezan los talleres técnicos, se los va incorporando en todo lo que es el seguimiento del vino, pasando luego a la elaboración y a la degustación. Lo bueno es que trabajamos además con las bodegas de la zona y vamos experimentando con distintos vinos”, se explayó el maestro de enseñanza práctica de Enología en la escuela Alberdi, Víctor Ponce.
Ganadores
El evento se extendió durante la mañana de ayer y, además de la competencia propiamente dicha, hubo un acto de presentación y una banda en vivo.
Este año -y de aquí en adelante-, la competencia fue bautizada con el nombre del ingeniero agrónomo Juan Manuel Lagos (ya fallecido), quien fuera el gestor e iniciador de este evento a principio de los '80.
La escuela Galileo Vitali (4-034) -representada por Diego Brúculo y Santiago Rojas- fue la que más puntos obtuvo, seguida por la Pouget (4-007) -con Genaro Grión y Lucía Bringas-. La escuela Julio Chade (4-027) cerró el podio, con Leonel Suárez y Maximiliano Castro.
En tanto, también hubo cuatro estudiantes premiados en tres puestos (el tercero tuvo un doble empate).
Los ganadores se llevaron trofeos y obsequios de las bodegas que participaron del evento y que tuvieron sus stands en el amplio patio del establecimiento. Allí también se vendieron los productos que los propios alumnos fabrican a lo largo del año.